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La primera semana del juicio por el caso Marta del Castillo concluye sin que los acusados por la muerte y desaparición de la joven sevillana digan dónde se encuentra el cuerpo. Miguel vuelve a su declaración de que la mató accidentalmente con un cenicero y Samuel, Javier y María niegan toda implicación en los hechos.

Concluye la primera semana del juicio por el caso de la desaparición y muerte de Marta del Castillo y, con ella, las sesiones más esperadas: las de las declaraciones ante el tribunal de los principales acusados. Así, tras las cuestiones previas planteadas el lunes, el martes se escuchó por vez primera la voz del autor confeso, Miguel Carcaño, y este miércoles se han sentado en el banquillo Samuel Benítez, Francisco Javier Delgado y María García.

Como se dice, quizá el momento más esperado era el de la intervención de Carcaño. Hasta este martes, los medios de comunicación sólo habían podido captar su imagen en fotografías y vídeos, pero en ningún caso se había escuchado su voz. Este martes sí, y el principal responsable de la muerte de Marta del Castillo se mostró sin dudas, con un discurso bien estudiado y sin titubear.

Se esperaba que, durante su declaración, arrojase algún dato nuevo que arrojase luz al caso. Pero nada más lejos de la realidad. De hecho, en esta primera semana de juicio sólo ha quedado claro que él la mató. En compañía del menor o sin él, con Samuel o solo, él acabó con la vida de la joven sevillana.

Sin embargo, incluso en este aspecto ha medido sus palabras. Durante sus más de dos horas de declaración respondiendo a preguntas del fiscal y de los abogados de la acusación y la defensa, Carcaño se ha afanado en dejar claro que todo sucedió de forma espontánea, en un momento “acalorado”. Ha querido despejar, por tanto, la posibilidad de que fuera una acción premeditada para dificultar su condena por asesinato y encaminar la sentencia hacia el homicidio. Algo que, por otro lado, resultará difícil de aclarar si no aparece el cuerpo de Marta.

Asimismo, en las tres primeras sesiones del juicio se han escuchado en la sala algunos de los pinchazos de la policía a los teléfonos de los acusados. Una de las más esclarecedoras tiene como protagonistas a Miguel y a su hermano Francisco Javier en las horas posteriores a la muerte de la joven sevillana. “No van a encontrar nada porque no hay nada que encontrar. Esto es tener paciencia. No queda otra. No hay nada que encontrar porque no hay nada que buscar”, se escucha de voz de Delgado.

Samuel, Javier y María se desvinculan

Por lo demás, a pesar de que Miguel Carcaño insistió durante su declaración en que fue Samuel Benítez quien se deshizo del cuerpo de Marta del Castillo, los testimonios del propio amigo de Miguel, de su hermano y de la novia de este último han negado la mayor.

A Samuel se le acusa de encubrimiento y de un delito contra la integridad física. De hecho, fue él mismo quien en su declaración ante la Policía reconoció haber tirado el cuerpo de Marta al río Guadalquivir.

Sin embargo, este miércoles, sentado en el banquillo y ante el tribunal, ha dicho que todo esto es mentira y que lo que declaró entonces no fue más que un guión elaborado por los propios agentes. Incluso ha afirmado rotundo que fueron éstos los que le pintaron “con un bolígrafo bic” y en un folio el lugar exacto en el que éste habría de haber arrojado el cadáver. Por eso, ha dicho una y otra vez que no sabe dónde está el cuerpo de Marta del Castillo y que tampoco se lo ha preguntado a Miguel o al ‘Cuco’.

También ha declarado ya Francisco Javier Delgado, que se ha esforzado por argumentar su coartada en un bar de copas en el que habría estado trabajando hasta bien entrada la madrugada. Por tanto, se  dibuja fuera del escenario del crimen en la noche de autos.

Francisco Javier, a pesar de los pinchazos que incluso ha tenido que escuchar en el juicio, ha dicho que, hasta que fue detenido Miguel, confiaba en su hermano y que, posteriormente, se dio cuenta de que le había engañado.

Finalmente, la última de las acusadas, María García, ha insistido en que llegó al piso de León XIII, para dormir antes de un examen, pasadas las 23:30 horas. Y que de allí no salió hasta la mañana siguiente. Sin embargo, no explica por qué no abrió la puerta del domicilio a la llamada del padre de Marta, Antonio del Castillo, al filo de la medianoche.

Las posibilidades de encontrar el cuerpo se desvanecen

Con la declaración de los principales acusados por la desaparición y muerte de Marta del Castillo, se desvanecen las pocas oportunidades que aún quedan de saber dónde está el cuerpo de la joven sevillana. Y eso es algo que saben sus propios familiares.

Hoy, al término de la tercera sesión del juicio, Antonio del Castillo ha rogado un nuevo careo entre los acusados. “Si el juez tiene posibilidad de hacer careo, si tiene interés en que podamos sacar de ahí dónde está Marta, yo lo pediría por favor”.

Son las palabras de un padre, ya, desesperado, que sigue sin saber dónde está el cuerpo de su hija. Su mujer, Eva Casanueva, sólo pudo aguantar la jornada del lunes. Ni el martes ni el miércoles tuvo fuerzas seguir, a las puertas de la Audiencia Provincial, el juicio a los responsables de la muerte de Marta.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...