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Juzgados de Sevilla/ SA

Según publicaba en el día de ayer el diario El Mundo, algunos de los más de 100 kilos de droga (sustituída por kilos de yeso) desaparecidos el pasado año 2008 de los sótanos de la Jefatura Superior de Policía de la Avenida de Blas Infante, llevaban almacenados en aquel lugar alrededor de cuatro años.

Miriam Rico/Sevilla Actualidad. El pasado mes de julio de 2008 todos los diarios españoles informaban del robo de 100 kilos de heroína y cocaína que se había producido en la Jefatura Superior de Policía de Blas Infante de Sevilla.

Ayer, El Mundo en su edición de Andalucía, anunciaba que algunos de los más de 100 kilos de droga desaparecidos en los sótanos de la Policía llevaban almacenados en los calabozos alrededor de cuatro años.

Según ha expresado Rodríguez, uno de los alijos de los que se sustrajo parte de su contenido pertenecía a una operación efectuada por la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) llevada a cabo en el año 2004. La más reciente fue en junio de 2008, donde se destapó la trama de corrupción policial.

Desde el principio las sospechas del robo se centraron en los agentes de Udyco, ya que eran los que custodiaban la droga en las dependencias de Blas Infante. Los 100 kilos de droga sustraídos procedían de intervenciones realizadas por la policía en diversas operaciones policiales llevadas a cabo en Andalucía Occidental.

La investigación en torno al hurto fue desarrollada por una unidad de Asuntos Internos de la policía desplazada desde Madrid a Sevilla. Además, un juzgado de la capital hispalense abrió diligencias por tal hecho tras ser informado del robo.

Los estupefacientes se almacenaban en los sótanos de la Jefatura Superior de policía, en los antiguos calabozos, ya que según manifestaron fuentes policiales en su momento “no existe un depósito judicial para meter la droga incautada”. Según los agentes, se trataba de un lugar muy vigilado y con medidas de seguridad. Además, las citadas celdas como almacén de otras mercancías incautadas en diversas operaciones.

Así, las fuentes policiales expusieron que «los calabozos cuentan con una puerta principal con su llave, y luego cada calabozo tiene su propia llave. El material y la droga se guardan en esa dependencia hasta que llega una autorización judicial para su destrucción”, cita que recogía El País en julio de 2008. La droga robada de la Jefatura provenía de operaciones realizadas en las provincias andaluzas de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Huelva.

Ya en el presente año 2009, el sábado 14 de marzo la Unidad de Asuntos Internos de la Policía puso a disposición judicial a cuatro personas, no pertenecientes a las Fuerzas de Seguridad, a las que relacionó con el sumario por la sustracción de los 100 kilos de cocaína y heroína.

Apenas tres días después, el 17 de marzo, el juzgado de instrucción número 19 de Sevilla ordenó el ingreso en prisión de dos personas que fueron detenidas dentro de las investigaciones por el robo y decretó la libertad de los otros dos.

Los ladrones sustituyeron la heroína y cocaína por polvo de similares características, en un robo que obligó a poner en libertad a cinco presuntos traficantes que fueron detenidos con varios kilos de droga, pero que los análisis posteriores mostraron que se trataba de harina y yeso.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba subrayaba en marzo de este año que la investigación de tal hecho continuaba realizándose y que se trataba de una investigación secreta.

«Estamos trabajando y confío en que en poco tiempo, aunque esto nunca se puede decir en una investigación compleja como ésta, la policía pueda resolver el tema», aseveró el responsable de Interior durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, después de que el diputado del PP Ricardo Tarno le cuestionase sobre su actuación durante los ocho meses que han transcurrido desde que se conoció el robo.

Ya en el día de ayer El Mundo publicaba en su página web que los 100 kilos de droga llevaban almacenados en los calabozos policiales hasta cuatro años. Este dato, que forma parte del sumario que investiga el Juzgado de Instrucción 19 de Sevilla, abre la posibilidad de que el robo de estupefacientes en la sede de la Policía Nacional de Blas Infante pueda remontarse a cuatro años atrás, mucho más allá de los primeros meses de 2008 en los que un informe de la propia Policía situaba, hasta ahora, los hechos.

Según expone el periodista Chema Rodríguez, existen indicios de que el o los ladrones que se apropiaron de la droga del sótano policial llevaran actuando varios años atrás cuando se hizo público el escándalo el pasado año.

Tales sospechas se fundamentan en que la cantidad de estupefacientes desaparecida fue apropiada por agentes de la Udyco hace más de cuatro años y que no llegó a ser destruida. Además, en ese tiempo nunca se comprobó si lo que se guardaba era droga u otra sustancia, según fuentes consultadas por el periodista.

Esta afirmación lleva a la inexistencia de un protocolo de actuación que tenga como función la destrucción de la droga intervenida en las diversas operaciones. Es por ello que se guardó la droga durante más de cuatro años en las dependencias policiales sin que ninguna autoridad indicase qué hacer con ella.

Asimismo cuatro personas que habían sido detenidas con 16 kilos de una sustancia identificada como cocaína, que luego resultó ser yeso, quedaron en libertad en diciembre de 2008 y lo mismo sucedió con otro hombre apresado en el aeropuerto de Sevilla con cinco kilos de cocaína y heroína, aunque los análisis posteriores reconocieron como harina.

En un informe realizado en el pasado mes de febrero, la Policía atribuyó a los mismos autores el robo de siete alijos de droga y en uno de ellos, en el que los ladrones se llevaron más de 10 kilos de cocaína, llegó a fijar la fecha del delito entre el 1 de febrero de 2008, cuando fue expuesta en rueda de prensa, y el 25 de abril de 2008, cuando fue trasladada al Instituto Nacional de Toxicología para su análisis oficial.

Tras comprobar que la droga en realidad era yeso se realizaron pruebas químicas de los alijos que allí se guardaban. El resultado de éstas fue que los robos afectaron a diez estafas distintas de heroína y cocaína en su mayor parte.

La Policía entregó al juzgado de Instrucción 19 de Sevilla un informe sobre la droga apropiada en la ‘Operación Gran Vía’, donde se explicaba que los supuestos ladrones robaron 10 bloques de cocaína empaquetada en forma de queso manchego y la sustituyeron por otros 10 bloques con el mismo aspecto pero rellenos de yeso.

A pesar de que la investigación lleva abierta alrededor de un año aún no se han esclarecido los hechos, es por ello que representantes policiales exigen medidas pues la imagen que está dando la Policía Nacional es nefasta. Así, según recoge el diario El Mundo, el secretario general de la UFP, José Méndez, cuestionó que el caso esté en manos de un equipo de agentes que no conoce la realidad de la delincuencia sevillana (Unidad de Asuntos Internos de Madrid) y criticó que la investigación no hubiese recaído, precisamente, en la unidad hacia la que se dirigieron las sospechas –Udyco-.

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