La UPO ha conocido hoy el proyecto ‘Banana Campus’ basado en un espacio virtual de intercambio de experiencias.
Los estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide han sido hoy los primeros en probar la nueva plataforma virtual Banana Campus (www.bananacampus.com). En una original fórmula, durante toda la mañana se han estado repartiendo plátanos por el campus, acompañados de invitaciones para utilizar esta aplicación, pensada para el intercambio de experiencias dentro de la comunidad universitaria de todo el mundo. Este proyecto, impulsado por la spin-off de la UPO Banana Campus, inicia de esta forma un nuevo periodo de su fase Beta (de pruebas) privada, permitiendo el acceso al servicio mediante invitaciones de sus usuarios.
“Tras meses de desarrollo, este evento representa el primer paso hacia la apertura de Banana Campus, en la que iremos ampliando el número de usuarios con acceso a la plataforma de manera escalonada”, ha señalado Sergio Rodríguez, cofundador de la empresa. Esta iniciativa permitirá, entre otros factores, mejorar la plataforma, a la vez que ofrece a los desarrolladores nuevos datos sobre el uso que los distintos miembros de la comunidad universitaria (estudiantes de grado, postgrado, emprendedores…) van haciendo de la misma.
Para muchos de los estudiantes de la UPO el primer acercamiento ha sido a través de un expositor, ubicado en el edificio Celestino Mutis durante esta semana y hasta el viernes 7 de octubre. En él, varios miembros de Banana Campus han realizado demostraciones de la aplicación, explicando sus funcionalidades a los interesados. El campus virtual que propone la iniciativa entra así en contacto con lo real y se acerca estrechamente a sus usuarios, cuyas opiniones y vivencias sobre los estudios, la ciudad o su Erasmus suponen la base del sistema.
A este respecto, Banana Campus ayuda a que los miembros de la comunidad universitaria organicen y divulguen sus experiencias de forma más eficiente, con el potencial de ofrecer una información de alta calidad, no disponible en los buscadores tradicionales y de carácter internacional. Cada experiencia es una pieza de información genuina cuyo protagonista ha considerado valiosa, en distintos ámbitos: experiencias de grado (estancias internacionales y similares), de postgrado, profesionales (prácticas, empleo), de viaje y emprendedoras. La clave del formato no son 140 caracteres; son las experiencias individuales. Lo que ha hecho un usuario es útil y fuente de aprendizaje para los demás.