Foto de los investigadores / Virgen Macarena

El hospital ha sido premiado durante la última reunión de la Sociedad Andaluza de Análisis Clínicos y Medicina del Laboratorio. Las dos comunicaciones orales presentadas obtuvieron el primer y segundo premio.

Con respecto al primer premio éste fue para el proyecto multicéntrico titulado ‘Implicación del Laboratorio clínico en la detección precoz de Hipercolesterolemia familiar en Andalucía. Proyecto multicéntrico ARIAN-Andalucía’. Esta línea de investigación coordinada por dos jóvenes investigadores, Teresa Arrobas de la Unidad de Bioquímica Clínica y Ramón Pérez Temprano de la Unidad de Medicina Interna, ha conseguido en este último año 3 reconocimientos, premiando su labor por diferentes sociedades científicas por su novedosa estrategia de detección precoz de diferentes dislipemias y su repercusión en salud. Además, la Sociedad Europea de arteriosclerosis ha seleccionado uno de sus trabajos para ser expuesto oralmente en el próximo congreso.

El trabajo premiado se ha llevado a cabo mediante un estudio observacional, multicéntrico y retrospectivo en el que han participado 14 hospitales de Andalucía. Se consultaron datos  de colesterol LDL de adultos y niños en riesgo de hipercolesterolemia por cualquier causa para confeccionar un mapa andaluz previa intervención de la aplicación de la estrategia de detección precoz de detección bioquímica y genética de Hipercolesterolemia familiar en Andalucía.

Los datos muestran que esta patología está infradiagnosticada e infratratada  como se cita en diferentes publicaciones científica. Asimismo, este grupo de facultativos especialistas en bioquímica clínica y análisis clínicos, van a formar un grupo de trabajo andaluz para trabajar de manera coordinada en el estudio de las diferentes dislipemias.

Lo más destacado de esta Unidad de Lípidos integrada en la Unidad de Bioquímica Clínica del Hospital Virgen Macarena, acreditada por la Sociedad Española de Arteriosclerosis, es que está compuesta por un equipo multidisciplinar de internistas, pediatras, cardiólogos, nefrólogos, farmacéuticos y analistas de laboratorio.

Esta línea de investigación apuesta por un modelo de medicina preventiva y personalizada, con caracterización genética, de una patología como es la hipercolesterolemia familiar, responsable del desarrollo de futuras enfermedades cardiovasculares que podemos prevenirlas desde la infancia con una estrategia de salud coste efectiva.

En palabras de la doctora Arrobas “queremos  comenzar a estudiar individualmente a los pacientes valorando si  presentan intolerancia a estatinas, analizando si desarrollan anticuerpos frente a la enzima hidroximetilglutaril Co-A o polimorfismos relacionados con la disminución de la acción terapéutica de las estatinas  en estos pacientes, con el fin de conseguir que el paciente cumpla con el objetivo terapéutico deseado”.

El problema principal de la hipercolesterolemia familiar, o de las dislipemias en general, es la importancia de cuánto tiempo ha estado incrementado ese colesterol LDL  aterogénico en nuestras arterias, aumentando la edad vascular y provocando enfermedades cardiovasculares precoces. En palabras de doctor Pérez Temprano, » es importante identificar y caracterizar si esas LDL además son pequeñas y densas , mas aterogénicas, sobre todo en pacientes diabéticos, en los que tendríamos que realizar un seguimiento clínico y farmacológico más agresivo en este tipo de pacientes. Actualmente vamos a comenzar a estudiar cómo se comportan estás partículas en las diferentes dislipemias y su implicación en la práctica clínica”.

Con respecto al segundo premio fue para la comunicación titulada  ‘Células T reguladoras circulantes de mujeres con cáncer de mama, en respuesta al tratamiento con quimioterapia neoadyuvante’, de los autores Víctor Sánchez-Margalet, Antonio Barco; Teresa Vilariño; Carlos Jiménez; Antonio Pérez Pérez; Fernando Henao; Juan A. Virizuela; Esteban Nogales; María Carmen Álamo; María Ángeles Lobo; Natalia Palazón; Adoración Nieto; y Luis de la Cruz.

Hoy sabemos que los tumores sólidos, como el cáncer de mama, se originan, crecen y evolucionan hacia masas malignas de tejido invasor, aprovechando las señales inflamatorias del sistema inmune innato del organismo, a la vez que evitando la respuesta inmune adaptativa.

Por tanto, el sistema inmune juega un papel dual en el cáncer de mama no familiar (asociado a obesidad), por un lado, promoviendo el crecimiento tumoral y por otro mediando la erradicación de la enfermedad. Esta interacción entre las células cancerosas y el sistema inmune está considerada como uno de los nuevos pilares del desarrollo del cáncer y la base de los nuevos tratamientos inmunológicos.

Uno de los mecanismos del cáncer para escapar del sistema inmune es el reclutamiento de células inmunosupresoras como los linfocitos T reguladores (Treg). El infiltrado de estas células en el tumor y sus niveles circulantes se asocian con un peor pronóstico del cáncer de mama. Se sabe que la muerte de las células tumorales por radioterapia o quimioterapia puede reactivar el sistema inmune, al librarlo de señales inhibitorias y exponerse a un mayor número de antígenos tumorales que lo activarían.

El responsable del proyecto clínico y jefe de Servicio de Oncología Médica es Luis de la Cruz, que junto al responsable de la parte traslacional,  el catedrático de Bioquímica Víctor Sánchez-Margalet; con la financiación de la Fundación Sandra Ibarra, la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (AMAMA Sevilla), y la Asociación de Cáncer de Mama de Brenes, han llevado a cabo un estudio en colaboración con otros oncólogos y miembros del laboratorio, de la respuesta al tratamiento quimioterápico neoadyuvante (antes de la cirugía), en mujeres con cáncer de mama localmente avanzado del Área Hospitalaria Virgen Macarena, para investigar su efecto sobre las células Treg circulantes.

Los resultados afirman que la quimioterapia neoadyuvante reduce el número de células Treg circulantes, en especial en las mujeres con tumores Her2+, que son las pacientes con mejor respuesta al tratamiento, 70% de respuesta completa, lo que significa ausencia de tumor en la cirugía tras la quimioterapia.

Por tanto, las células Treg podrían utilizarse como marcadores de respuesta al tratamiento. Además, los resultados de este estudio sugieren que las pacientes que peor responden, como las Her2- , podrían beneficiarse de los nuevos tratamientos inmunológicos que mejoren la respuesta clínica y su pronóstico.