Cristian Mejías atendió a Sevilla Actualidad / SA

Ser actor porno es una fantasía que a muchos les ha podido pasar alguna vez por la cabeza. Ganar dinero, estar rodeado de gente atractiva, viajar y cumplir alguna que otra imaginación. Este sevillano relata su experiencia en el mundo del porno.

Entrevistamos a Cristian Mejías Caballero, un productor y actor sevillano en esta industria. La pornografía no solo le llevó a un importante reconocimiento internacional, sino a centrarse en su vida laboral para viajar por todo el mundo y dominar varias lenguas: Inglés, portugués e italiano. Seis años atrás quedó un joven de 22 años “demasiado loco” que, por consejo de una amiga, se presentó a un casting porno. En él conoció a Nacho Vidal, quien al verle dijo que había descubierto «un diamante en bruto». Nació así Chris Diamond, que con bastante más madurez, se describe como una persona loca, cercana y familiar.

Dejando de lado el tabú que implica para la sociedad el hablar de sexo y porno, Chris Diamond responde sin censura. Realidad laboral, rutinas, dinero, feminismo y todos aquellos prejuicios que tenemos sobre una profesión tan ajena como reproducida en nuestras pantallas.

Su entrada en la industria

– Lo primero que llama la atención de tu carrera como actor es que comenzaste a los 22 años, ¿no es un poco tarde para empezar?

Realmente sí, muy tarde. Si hubiese sabido antes de mi boom, no habría sido así. No obstante, en esta profesión el hombre puede trabajar más años y dura mucho más que la mujer. Ellas sí se hacen mayores, pierden en el aspecto físico y ya no las quieren las productoras. En cambio, los hombres, si funcionan bien sexualmente, pueden seguir trabajando sin problema.

– Otra cosa que no encaja con la trayectoria de la mayoría de actores es que no has comenzado en el mundo de escenas amateur, sino que da la impresión de que saltaste directamente al mundo profesional. ¿Es así?

– Me inicié en el mundo amateur, pero pronto Nacho me llevó a la sala Bagdag de Barcelona. Este sitio es como una sala de shows eróticos en directo. Fue ahí donde me hizo la prueba de fuego. Si vas a ser un buen actor porno, tienes que pasarla. Tras actuar, Nacho vio que funcioné bien y ya me quedé en Barcelona. Estuve trabajando en la sala pero en poco tiempo me dieron escenas profesionales por mediación de Nacho.

– Y este salto… ¿no fue especialmente rápido?

Sí, bastante rápido. En dos o tres meses ya estaba yéndome a Praga para grabar con la productora que trabajo ahora, Legal Porn. Sí es cierto que con este salto al principio lo pase mal. Estaba súper perdido. Era todo digamos muy hardcore... Ahora ya evidentemente me río de eso, pero al principio me impactó mucho ver cosas allí.

– Dentro de estos seis años has trabajado con productoras  famosas como Brazzers. ¿Es esta la productora máxima a la que aspira un actor porno?

Actualmente no… Antes sí, Brazzers era la más importante. Ahora hay otras como Tushy o Vixen que son las que realmente están más arriba, las de más calidad. Estar ahí es ser una estrella.

– ¿Has podido trabajar y conocer estas productoras más top? ¿Significa haber trabajado con estas productoras  tocar  techo?

Pues sí, he podido trabajar con ellos. Es una pasada ver donde llegan estas personas. Mueven muchísimo dinero y se mueven como estrellas. Las casas en Beverly Hills que tienen alquiladas, por ejemplo, son una pasada.

Nunca hay que tocar techo. Puede que en dos años aparezca una productora más importante que todas. Además, aunque no sea por dinero, el porno siempre te trae algo nuevo. Nuevos temas, nuevas actrices, este mundo nunca me ha dejado de sorprender.

El paso a la dirección de escenas

– Ahora vemos que estás dedicando bastante tiempo a producir escenas propias ¿Cómo funciona esto de dirigir? ¿Para quién van dirigidas tus escenas?

Como sabrás XVideos es la web gratuita con más tráfico de porno. La persona a la que yo vendo mis escenas es la dueña de esta web. Hay webs de pagos y webs de datos, o sea de porno gratuito. Mi trabajo como productor se centra en hacer mis escenas con lo que todo implica. Contrato por mi cuenta maquilladoras, actrices y todo lo que requiere producirla. Posteriormente, con la escena ya editada y lista funciona por porcentajes. Lo que la escena produzca económicamente durante los primeros 15 días en una web gratuita es para mí, y lo que produzca luego es para la persona a la que vendo la escena.

– Una vez que produces esta escena, ¿el vídeo se sube a un canal propio de XVideos?

No, no, yo simplemente se la vendo a esta persona que también es dueño de XVideos. Luego él es también el dueño de Bang bros, por ejemplo, y otros sitios de porno. Depende del tipo de escenas. Hay escenas solo pussy (sexo vaginal) y otras que son anal, por lo que depende de la escena, va a un sitio u otro.

– Y desde tu dirección, ¿qué tipo de producciones estás haciendo? ¿Hacia qué categoría o tipo de porno lo estás enfocando?

Ahora mismo a lo anal, es lo que vende. Se buscan siempre chicas muy delgadas con una polla gigante. Estoy orientando todos mis viajes a eso, a buscar a este tipo de chicas, las cuales son bastante difíciles de encontrar. Es complicado encontrar una chica delgada que pueda hacer anal con una polla muy grande.

El porno a los ojos de la sociedad

– El mundo del porno, como el del cine, la música y casi todo lo enfocado a lo artístico es un mundo de prejuicios. Entiendo que ser actor porno no es tener sexo ‘X’ horas al día. ¿Cuál es tu rutina de trabajo?

Mi rutina depende de dónde esté. Cuando viajo estoy totalmente centrado en mi trabajo. En cambio, aquí en Sevilla no suelo hacer nada, me centro en disfrutar con mi familia y amigos. Cuando trabajo en Praga, donde ya llevo mucho tiempo grabando, tengo una rutina marcada. Conozco la ciudad y sé donde están mi gimnasio y demás servicios. Los lunes siempre me levanto a las siete de la mañana para hacerme el test de ETS. Luego tienes un planing de las chicas que van a trabajar esa semana. Ves si han venido actrices de Rusia, de Barcelona o de cualquier otra parte. En un principio se tienen que grabar unas ocho escenas a la semana.

– ¿Ocho escenas grabas por lo general a la semana?

No, a veces me cancelan. En ocasiones la chica no quiere trabajar con una polla muy grande, no quiere hacer anal o no quiere grabar interracial. Pueden pasar muchas cosas. Pero por lo normal hago una media de ocho, a veces hago cinco, a veces nueve. Algunos días grabo dos o tres escenas y hay días incluso que son de descanso. La rutina es gimnasio, llevar una buena dieta y descansar bien. Todo esto de grabar a veces te hace sentir muy quemado. Te sientes como un caballo de raza al que explotan.

– Precisamente, la sociedad no entiende esto como un trabajo y piensa que el sexo es igual a solo disfrutar. Dentro de todos los prejuicios que se tienen sobre esta profesión, ¿cuál es el que más te molesta?

Aquellas personas que piensan que no tenemos derecho a enamorarnos, o que piensan que no sentimos, que somos muebles. Yo he estado enamorado y sé diferenciar trabajo de relaciones. En el momento en el que tienes que levantarte a una hora, aunque sea para tener sexo, implica obligación, es trabajo. Luego el amor es amor, estar con tu pareja es hacer cosas diferentes, es pasar tu tiempo y disfrutarlo con ella.

– Conociendo el éxito y también la industria ¿Qué crees que hay que tener para triunfar como actor porno?

Personalidad ante todo. Puedes tener polla chica o grande, pero tienes que mostrar feeling en la cama con la chica. Si sabes mostrar eso, triunfas. Hoy día en el porno español parece porno mudo. Los actores no le hablan a la chica, no se expresan. Ser tú mismo, ser profesional, pero saber expresar mientras follas sobre todo. Pienso que son las claves.

– En toda profesión tenemos que lidiar con gente con la que no encajamos, que no nos cae bien. ¿Cómo es esto en tu caso? ¿Qué ocurre cuando una chica no te atrae físicamente o has tenido algún problema con ella?

A veces puedes cancelar la escena previamente, pero otras veces te encuentras a una persona con la que has tenido problema sin tener conocimiento de ello antes. Como a veces esto es muy falso, puedes tirar para adelante y grabar. En ocasiones lo que suelo hacer es pensar en otra cosa mientras grabas la escena.

– ¿Cómo funciona eso de cancelar? ¿Se produce con asiduidad?

Sí, claro. Yo he cancelado muchas. A veces la chica no me gusta, a veces porque no tengo una relación buena con ella o muchas veces porque son exparejas de amigos actores. En ninguna ocasión estás obligado a grabar.

– El porno sin duda es un tabú social. A todos, a las mujeres en especial, nos cuesta asumir que consumimos porno. Desde tu perspectiva, ¿por qué crees que sigue ocurriendo esto?

A las mujeres mucho más, es cierto. Se sigue viendo como algo malo, sucio, impuro. Yo, en cambio, lo veo súper natural. Vemos todos los días vídeos de asesinatos, peleas o tiros y luego un vídeo de sexo lo vemos como algo súper grave, intolerable. El tema se ve por ejemplo en el caso de los países latinos, los más creyentes. Donde se intenta ocultar más, más se consume. En mis estadísticas de Instagram y Twitter, los países que más me siguen son Brasil y México, los más creyentes. Es el morbo, cuanto más digan no mires esto, más lo acaba haciendo la sociedad.

Entrada del feminismo en la pornografía

– El contenido para adultos casi siempre ha sido un producto para el hombre. En cambio, en los últimos años estamos viendo por ejemplo POV (punto de vista, por sus siglas en inglés) femenino. ¿Crees que ahora se está haciendo también un producto femenino? ¿Has notado el cambio?

Sí… Una de las personas que más porno de este tipo está haciendo es Erika Lust. Personalmente pienso que a la chica que ve porno le interesa tanto ver al chico como a la chica dominar. Al fin y al cabo es cuestión de gustos, así que cada uno tiene para elegir. Ahora encontramos mucho más porno destinado al público femenino.

– Y en tu caso, ¿has hecho escenas que consideres que van destinadas a una consumidora femenina?

Muchas. En las escenas que he hecho con Megan Rain y Vixen al hombre se le trata como un muñeco. No puedes expresarte como por ejemplo yo me expreso en Praga. El hombre se pone en posición recta y no puede mover mucho las manos. Es la chica la que maneja la escena.

– Y extendiéndolo a las altas esferas, ¿has visto que en las productoras haya cada vez más presencia femenina?

Cada vez hay más productoras mujeres. No obstante, tampoco me parecen bien las posturas extremistas que ahora solo apoyan el porno producido por mujeres.

La industria española

 – Pasando a la pura industria y las productoras, veo que no trabajas mucho en España. A grandes rasgos, ¿cuáles crees que son las principales diferencias entre las productoras de EEUU y las de España?

En España salen actores nuevos día sí y día también. Se pagan 150 euros y cualquier actor acepta una escena, que acaba siendo una escena de mierda. La calidad, es la principal diferencia. En EEUU una actriz porno es una modelo, una tía que al verla se te caen los calzoncillos. En cambio, aquí salen actores y actrices de debajo de las piedras, sin calidad.

– ¿No crees que esta diferencia cualitativa viene condicionada porque a los españoles les gusta un porno amateur y a los americanos uno más superficial y de pornstars?

No, porque las chicas no se meten únicamente al porno amateur. Es más, yo no consumo porno profesional, yo también consumo amateur. Pero no es eso, es la calidad. Tú vas al festival erótico de Barcelona y no tiene ni punto de comparación con el de Las Vegas, que es muchísimo mejor. Creo que es un problema de dinero. Aquí, una productora española no se presta a pagar mi caché, cosa que sí hacen las extranjeras. Un problema por ejemplo es que a las chicas en España se le paga más caché que al chico, lo que acaba influyendo en la calidad de la escena.

– Entonces en tu caso como actor internacional, ¿cuál es tu caché para una escena?

Pues depende del tipo de escena. En América me están pagando 1.500 euros por escena, mientras que en Europa unos 700. En América, con Vixen te levantas a las 9 de la mañana y terminas a las 6 de la tarde. Paras, hay cambios de cámaras, te maquillas, descansas etc… Todo mucho más pausado y de más calidad. En cambio, en Europa las escenas tienen un tiempo de una hora aproximadamente. En el caso de España pides 700€ por escena y las productoras se echan para atrás.

– ¿Con qué te quedas entonces? ¿Europa o América?

Me gusta América porque todo es súper fluido, pero al final en Europa yo trabajo para mí. Me gano mi propio dinero produciendo, lo que me supone más beneficio que trabajando con terceros. Otra diferencia importante es que en España siempre intentan regatearte, no pagándote el vuelo o el hotel. En cambio, en América tienes tu escena y por consiguiente tienes todos tus servicios. Aquí siempre intentan regatear como si fueses un animal y eso me molesta bastante.

– Con pocos años un niño puede coger un móvil y consumir porno. ¿Cómo piensas que se debería enfocar la educación sexual?

Pienso que nadie se debería fijar en el porno para educarnos sexualmente. Podemos relacionarlo, pero no podemos hacer lo que vemos en el porno. En mi caso, tuve que indagar por mí mismo. Tiene que salir distinto, que salga de ti y tu pareja, natural, no tienes que tomar de referencia el porno.

– Comentaste antes que todos los lunes en Praga te hacías el test de la ETS. ¿Cómo funcionan estos test? ¿Todas las semanas los haces?  ¿has vivido casos en los que las pruebas hayan dado positivo?

Cuando trabajas, necesitas un test que certifique tu buen estado. Por ejemplo, cuando viajo a Praga casi todos los lunes los hago prácticamente. Aquí en Sevilla es difícil porque no tengo los resultados hasta pasadas semanas. En Barcelona al día siguiente tienes el resultado y ya puedes trabajar. Además el coste… En Sevilla un test te puede salir por cerca de 100 euros y en Barcelona 55. Cuando estoy aquí pido la prueba por correo, la mandan desde Barcelona, me sacan sangre y la vuelvo a enviar.

Muchas veces he vivido casos en los que alguien ha dado positivo. Pero eso me alegra, significa que el sistema funciona. Es más, cuando yo no trabajaba en este mundo, era mucho más loco, viendo estas medidas de seguridad diría que ahora soy mucho más precavido.

– Enlazando educación sexual y seguridad me llama la atención del preservativo. ¿No crees que el porno de algún modo debería advertir del uso del preservativo en el sexo?

El tema del preservativo es muy básico, lo vemos en algunas escenas por un solo motivo, ahorrar costes. Las productoras amateur cuando contratan a un chico no le piden una prueba porque eso implica que se gaste 100 euros . Si luego el cache del actor es de 130 o 150… Ese actor no tiene beneficios. En profesionales, las productoras te exigen rodar sin condón. Es más bonito, más estético. Sé que en la vida real es muy loco, pero tienes que entender que cuando ves un vídeo, estás viendo a profesionales. La gente a veces confunde el porno con la realidad, una locura.

Una anécdota  curiosa me ocurrió cuando grabé una escena con una chica en un autobús, obviamente sin preservativo. Luego vinieron personas recriminándome que cómo había podido follarme a una chica sin condón en un autobús… Hay gente muy loca, nosotros somos profesionales y no vamos haciendo en nuestra vida lo que hacemos en las escenas.

– En los últimos años se vienen denunciando abusos en muchas industrias. Sin ir más lejos en la del cine, en Hollywood. El feminismo obviamente está alzando la voz contra todo esto. ¿Has notado algún cambio, o alguna medida por parte de tus compañeras actrices?

Las actrices siguen igual que hace unos años. Saben cómo está el tema y cómo están las cosas. En el momento que se dice acción todo es un show. Yo no veo ningún tipo de abuso en mi trabajo. A la chica se le está preguntando en todo momento cómo se encuentra. La escena nunca es seguida, se para a descansar, a limpiar si hay algo sucio. La chica en cualquier momento puede parar la escena si no se encuentra cómoda. Creo que los profesionales seguimos trabajando igual. No obstante, sí es cierto que si hay alguna chica novata puede sorprenderse con la escena. Pero claro, todo depende de con quién trabajes, de dónde. En principio si eres nuevo en el mundo no te van a mandar a trabajar en algo muy fuerte.

En el ámbito personal

– Tocando un poco más personal, ¿te ves durante mucho tiempo trabajando en esta industria?

Ahora mismo, ser actor porno me da mucho dinero, aprendo idiomas y estoy viajando. En el momento en el que conozca a la mujer de mi vida y tenga mis negocios y mi dinero, podría separarlo porque no tengo ningún tipo de problema. Actualmente, tal y como están las cosas, voy a seguir en este trabajo.

– Cuando hablamos del cine o el porno, pensamos que después de apagar la cámara, la profesión termina. Pero, ¿de quién te rodeas?  ¿Cuál es tu equipo de trabajo para que tu carrera siga adelante?

Pues trabajo con Luis, un amigo personal que hace de cámara y siempre va conmigo. Luego en Barcelona, tengo mi maquilladora. En cuanto a mis escenas, una chica de México también se encarga de hacerme las ediciones de vídeo. Por último, también cuento con mi representante de Madrid, aunque él no tiene nada que ver con el porno y solo se ocupa de la televisión. No obstante, todo esto es cuando se trata de un vídeo básico. Ya cuando viajo al extranjero tengo que buscar por mi cuenta a la maquilladora o buscar guionistas y asistentes de ropa si el vídeo incluye diálogos y comedias.

– Ya que hemos visto que empezaste tarde, ¿cómo fue aquello de compartirlo con su familia?

Pues fue algo muy gracioso. Yo hice mi primera escena y no tenía ni idea de que iba a tener tanta repercusión. Un día estaba durmiendo y llegó mi hermana del colegio. Cuando entró le pregunté bromeando como siempre:  “¿qué pasa?. Ella me dijo: “¡qué qué pasa, que me he enterado que has hecho un vídeo porno…!”. Yo le decía que era mentira y lo negaba…Ella se lo contó a mi padre y por el contrario él me preguntó si estaba bien y cómo era el negocio. Fue bien, salvo por ese caso de mi hermana pequeña.

Costó, pero lo aceptaron. Realmente no es nada malo, hay gente en las calles con drogas y robando. Yo tengo un trabajo en el que estoy totalmente centrado. También es cierto que siempre me han importado cero las críticas de otras personas. Me enfoco en mi trabajo, que es como otro cualquiera.

– Hace un tiempo la actriz Apolonia LaPiedra en una entrevista comentó que le era muy difícil mantener una relación con alguien ajeno al porno por los celos. ¿Cómo llevas ese tema?

Es muy difícil. He tenido tres relaciones desde que trabajo en este mundo. Siempre ocurre que te dicen que lo aceptan, pero la realidad es que no son capaces de hacerlo. A veces, chicas han estado conmigo porque realmente sentían, y a veces porque yo simplemente era un capricho.

Luego está el tema de la fidelidad. Mi trabajo implica que tenga sexo con otras chicas, pero eso no quiere decir que yo sea infiel. Me ha pasado que hay chicas que se acuestan con otros tíos y su excusa es: tú también lo haces. Y joder, mi trabajo es mi trabajo, y la fidelidad es otra cosa. Estoy un poco harto y ahora me es muy difícil creer que aceptan mi trabajo. Una cosa muy distinta es que se conozca a una persona y luego quiera meterse al porno, pero en estos casos ya me han conocido con mi profesión, que es parte de mí.

– Un tema que me llama la atención es la fama. Tendemos a asociar Nacho Vidal a Barcelona o Jordi ENP a Ciudad Real, en cambio no muchas personas conocen a Chris Diamond como un actor porno internacional de Sevilla. ¿Por qué crees que ocurre?

Se debe únicamente a que no trabajo en España. Muchos de mis amigos graban aquí y todo el mundo les reconoce. Yo salgo aquí y nadie me reconoce, pero si viajo a EEUU, Praga, México o Brasil todo el mundo lo hace. Creo que es el contenido. Yo no aparezco en el contenido español.

Por el contrario, esto va a cambiar mucho porque tengo un proyecto para abrir mi propia página web. Próximamente tengo pensamiento de grabar mis cosas por aquí por Sevilla. Además, la fama no es algo que me preocupe para nada, mi trabajo me funciona económicamente y que la gente me reconozca me resulta algo secundario.

Chris Diamond / Cedida

Por último, algunos de tus seguidores en redes sociales (@chrisdiamond_official en Instagram y @chrisdiamond_x en Twitter), no han querido desaprovechar la oportunidad de esta entrevista y han querido lanzarte algunas preguntas rápidas.

– Es un tema que parece que te cansa pero, ¿harás algún día porno gay?

No se trata algo que vea mal. Simplemente no podría. Hay actores que se prestan pero no es mi caso. Lo que realmente me molesta es cuando alguien te tilda de homófobo por no querer hacerlo. Perdona, el que no respeta eres tú que no entiendes que yo no quiero hacerlo. Estoy un poco cansado de esta pregunta. Entiendo que su morbo es verme en una escena gay. Podría ganar mucho dinero pero no estaría bien haciendo algo que no me atrae.

–  ¿Se gana más en el porno gay?

Sí que se gana más que en escenas heteros. En mi caso me han ofrecido mucho dinero.

– ¿Te ha pasado eso de terminar eyaculando demasiado pronto en alguna escena? ¿Qué haces, repites de nuevo?

Pues claro, muchas veces. Existen trucos. Por ejemplo hacerte un poco de daño. Cuando ves que estás cerca, te pellizcas la piernas y la mente se dirige hacia el dolor. Incluso tenía un colega que lo que hacía era tirarse fuerte de los huevos. Y funciona, de verdad que funciona.

– Un amigo personal me preguntó sobre las fantasías sexuales. Después de seis años y en torno a las mil escenas, ¿no has perdido un poco el apetito sexual? ¿te quedan fantasías sexuales?

Lo he cumplido todo, lo único que cambia es que las mismas fantasías las puedes conseguir con otras chicas distintas. Cuando trabajo en Praga intento respetar a mis compañeros y no mantener relaciones sexuales fuera del trabajo. En mi caso no practico relaciones sexuales con preservativo así que cuando estoy trabajando no quedo con chicas. En cambio, cuando vuelvo a Sevilla y muchas chicas quieren quedar, obviamente mis fantasías siguen estando en mi cabeza.

– Durante la grabación de alguna escena, te has planteado ¿qué hago haciendo esta locura?

Pues  sí, en las escenas de pipí, de lluvia dorada. Muchas veces me he preguntado qué coño hago aquí haciendo esto. Pero ya sabes con qué productora trabajas. Por lo general, soy muy mente fría y puedo hacerlas sin problemas.

Por último, si te tuvieses que presentar a alguien como actor porno. ¿Qué escena le pondrías para que te conociera?

Pues depende. La escena depende de la productora y de si hay comedia, que es lo que llama la atención al público. A bote pronto una que hice con Liz Rainbow para Nacho Vidal, cuando solo llevaba trabajando un año. Es fuerte y además tiene comedia. También otra con Brenda Bood es interesante.

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Apasionado del deporte, la cultura menos visible y siempre atento a la realidad social.