Proyecto de remodelación HE

La empresa Heineken está llevando a cabo la transformación de su sede en Avenida de Andalucía 1, para convertirla en un espacio creativo y cultural que abrirá sus puertas a finales de 2019. Con esto, la cervecera creará un punto de interés en la ciudad, en el que se volverá a elaborar cerveza en el lugar original donde nació Cruzcampo.

La fábrica de cerveza se convierte así en una centro de actividades cerveceras, gastronómicas, culturales, sociales y formativas se sucederán de forma simultánea. “Este ilusionante proyecto representa la gran apuesta de Heineken por Sevilla, el verdadero corazón de Cruzcampo. La intervención, que cuenta con una inversión de ocho millones de euros, transformará por completo nuestra sede para dinamizar la ciudad con un espacio de creación cultural, social, gastronómica y, por supuesto, maestría cervecera”, afirma Marcos Tarancón, director de Relaciones Corporativas y Legal de la compañía.

 Este punto se convertirá así en un nuevo espacio sociocultural para Sevilla y en un polo de atracción de visitantes y dinamización para el barrio de Nervión.

La fase de demolición que actualmente se está llevando a cabo en el interior de ambos edificios ha descubierto muros, estructuras y capas de historia hasta ahora desconocidos, que dan fe de la histórica vinculación que Cruzcampo y Sevilla han compartido en estos edificios.

Proyecto de remodelación HE

Edificio Fundación

Este icónico edificio, cuyo neón forma parte del skyline de la ciudad desde su construcción, ha sido cedido por el Ayuntamiento de Sevilla a la Fundación Cruzcampo y será, en palabras de su directora María Ángeles Rodriguez de Trujillo, “un espacio de aprendizaje abierto, un escaparate de creatividad y un altavoz del talento”.

El inmueble data de los años 30 y jugó un importante papel en la elaboración de cerveza en aquella época, dado que en él se realizaban las funciones de decantación, enfriamiento y fermentación. En la planta superior, contaba con una bandeja para la decantación de los turbios del mosto caliente, desde allí bajaba a la segunda planta, donde el mosto se enfriaba desde los 100ºC a los 8ºC.

En 1955, el espíritu innovador y pionero de los hermanos Osborne sustituyó el filtro Baudelot, que era de cobre, por la primera centrífuga de la fábrica y por enfriadores de acero inoxidable. Bajo la cubierta y a ambos lados de la sala se instaló una estructura de ventanas con lamas giratorias capaz de crear corrientes de aire que, de forma natural, ayudaran al proceso de enfriamiento de la cerveza haciendo que el viento entrara por la cara norte y saliera por la cara sur del edificio.

Desde aquí, el mosto bajaba por gravedad a la primera planta y permanecía unas 20 horas en 4 tinas de 300 hectólitros para activación de la levadura. Posteriormente pasaba a las tinas de fermentación abierta de la planta baja y, después de 9 días, se enviaba a la bodega de guarda. Terminado el proceso de guarda, la cerveza se enviaba al filtro de cervezas para proceder a la eliminación de la levadura, antes de su envasado.

Un espacio cervecero y gastronómico

Este espacio de creación cervecera y gastronómica de 1.400 m2 acogerá la Escuela de Hostelería Fundación Cruzcampo y una fábrica urbana de cerveza, que volverá a elaborar cerveza Cruzcampo en el lugar que la vio nacer en 1904. Aquí, el visitante podrá disfrutar de experiencias cerveceras y gastronómicas únicas, pero también de actividades culturales y de ocio que amplificarán las iniciativas desarrolladas en el Espacio Fundación.

Alguna de las cuatro calderas y uno de los grifos del Weigelwerk tuvieron que esperar hasta el final de la Segunda Guerra Mundial para ser instalados y, desde entonces, no se habían movido de su enclave, que a partir de 1991 fue reconvertido en el Salón de la Fundación Cruzcampo. Actualmente estas calderas, que produjeron un total de 1.794.000 hl de cerveza durante todo su periodo de funcionamiento -717,6 millones de cañas Cruzcampo-, han sido trasladadas a la fábrica de HEINEKEN en Sevilla para su custodia durante las obras.