Médicos del Hospital Virgen del Rocío./ SA

Profesionales de los equipos de trasplantes del Hospital Universitario Virgen del Rocío han superado ya los 200 trasplantes renales gracias a la solidaridad de las personas que deciden de manera altruista hacer una donación en vida.

En concreto, se han valorado en la consulta de donante renal de vivo más de 700 posibles donantes, habiéndose realizado 205 implantes de este tipo desde que hiciera el primero, el 25 de enero de 1979, entre dos hermanos que aún continúan en seguimiento en la Unidad de Trasplante Renal. Se convierte así en el hospital público andaluz con más experiencia de Andalucía en este tipo de implantes.

El trasplante renal de donante vivo es el que ofrece mejores cifras de supervivencia de tanto para la persona trasplantada como en años de vida del riñón trasplantado. De hecho, la Unidad de Trasplante Renal ha registrado que la supervivencia a los 10 años del receptor de un trasplante de donante vivo es del 93% y la del órgano trasplantado es del 90%.

Existen dos tipos de trasplantes tras una donación en vida de riñón. El primero de ellos es el directo, en el que se valora a la pareja donante-receptor que acude a la consulta, bien remitida por un médico o por iniciativa propia y, tras amplio estudio multidisciplinar, se declara al donante apto y uno de sus riñones se implanta de forma directa a su receptor.

Y el segundo, el cruzado, que consiste en el intercambio entre dos o más parejas que no pueden donar los riñones de forma directa a sus receptores por los motivos antes referidos. Esta actividad está organizada y coordinada en España por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). La experiencia y el buen hacer de todos los profesionales ha merecido la inclusión del hospital sevillano en el Programa Internacional de Trasplante Renal Cruzado este año. En él participan hospitales de Italia, Francia y Portugal, además de otros nueve centros españoles. Hasta la fecha, han efectuado un trasplante renal mediante este acuerdo, el pasado mes de julio, entre una pareja de Barcelona y otra de Italia.

La donación en vida de un riñón permite trasplantar a pacientes de forma anticipada, esto es, sin tener que entrar en programa de diálisis. Prácticamente, así ha sido en la mitad de los trasplantes renales efectuados en los últimos años.