Parque donde sucedieron los hechos / SA

Miguel Ángel Fernández Delgado, conocido como el violador del Tamarguillo y acusado de haber matado a una mujer en el Parque Amate en julio de 2017, ha confesado el crimen en la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia. No obstante, el confeso señala que la culpa de lo ocurrido la tuvo la droga que consumía. La víctima se negó a mantener relaciones sexuales, por lo que el acusado le práctico la técnica del ‘mata león´, una práctica de estrangulación empleada en el judo.

La Físcalía solicita una pena de 21 años de cárcel para el acusado que ha dado su versión de los hechos durante esta primera sesión. Miguel Ángel Fernández ha reconocido que el día de los hechos, después de trabajar, acudió a comprar droga a un punto de venta de Los Pajaritos donde se encontró con la víctima y acordaron mantener relaciones sexuales a cambio de 20 euros y sustancias estupefacientes.

La víctima y el acusado consumieron en el Parque Amate rebujo, una mezcla de heroína y cocaína. Según él, la propuesta de mantener relaciones a cambio de 20 euros y droga fue realizada por la víctima, sin embargo ir hasta el Parque Amate fue una sugerencia de él.  Una vez allí, el acusado explicó que se realizaron tocamientos, estando él desnudo y ella con el pantalón quitado y un body puesto.

Para evitar el viento que les impedía fumar la droga utilizaron la manta, con la que posteriormente el cubrió el cadáver para quemarlo.  En un momento determinado, mientras que estaban «consumiendo y con los tocamientos» empezaron a discutir porque, según él, la víctima se quería ir ante el temor de que los vigilantes que estaban cerrando el parque sobre la 01:00 los encontraran. «Yo quise que cumpliera lo que habíamos acordado, pero ella se puso los pantalones e intentó marcharse. Le hice la maniobra del mataleón (técnica de estrangulación aérea utilizada en el judo) de manera inconsciente y para que cumpliera lo acordado. Con la mano derecha le cogí el cuello y con la izquierda le movía la cabeza para que reaccionara», afirmó el acusado.

Cuando ella estaba inmóvil, según el acusado, le arrancó la ropa y el body «para cumplir lo acordado». «En ningún momento llegué a penetrarla porque me di cuenta de que estaba muerta». Entonces, se quedó terminando de consumir la droga que le quedaba junto al cadáver y cunado se le terminó, saltó la valla del parque y fue comprar más para regresar al parque, donde ya al amanecer, quemó el cuerpo de la víctima.