Jóvenes /SA
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El virus del papiloma humano (VPH) es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes, pero su tasa de vacunación es de las más bajas en Andalucía. La US ha desarrollado un estudio cuyo objetivo es conocer las opiniones de los profesionales sanitarios de Atención Primaria sobre la prevención en adolescentes de la infección por el VPH y la administración de su vacuna.

Para ellos se realizaron entrevistas con 26 grupos focales de alumnos/as de 3º y 4º de E.S.O, progenitores con hijos en esta edad y con 45 profesionales de centros de Atención Primaria de Sevilla, Granada y Jaén.

Los profesionales reconocen las dificultades de llegar a la población adolescente en temas de prevención de conductas sexuales de riesgo, por falta de tiempo y poca preocupación de los adolescentes por las medidas preventivas. Aunque los jóvenes conocen los síntomas de la infección por el VPH, no todos tienen claro si el varón padece la enfermedad, así como la asociación de la infección con canceres distintos al de cérvix. Asimismo, los resultados apuntan a que mucho de ellos dudan a la hora de recomendar la vacuna, dejando en manos de los progenitores la decisión de la vacunación de sus hijas.

Los expertos señalan que el principal problema a la hora de vacunar es la falta de información acerca del VPH y de sus vacunas entre los participantes de la investigación.

Además, a este desconocimiento se le añade un importante sesgo de género. Al analizar el discurso social sobre el VPH desde una perspectiva de género, se observa que no está exento de intención para el control de la sexualidad de las mujeres bisexuales e ignora otros colectivos no ‘heteronormativos’ (conductas sexuales realizadas por personas de distinto sexo que siguen los cánones establecidos por la sociedad patriarcal). “Ha calado más el discurso de que las mujeres activas sexualmente pueden padecer cáncer por la infección del VPH, mientras que a los hombres se les asigna el papel de transmisores de la enfermedad y no tienen riesgo de enfermar. Este discurso patriarcal y acientífico castiga a las mujeres que son sexualmente activas, especialmente con hombres”, enfatiza la investigadora de la Universidad de Sevilla María González.

Los profesionales mayoritariamente tienen una actitud poco activa en el fomento de la vacunación del VPH, sobre todo por la falta de formación e información recibida por parte del sistema sanitario.

“Cuando desde la administración no se ofrece información clara sobre la vacuna del VPH a los profesionales les produce dudas sobre la misma, por lo que estos no trasmiten información franca a la ciudadanía. Los profesionales sanitarios tienen un papel muy importante a la hora de informar a la población a este respecto, deben interiorizar su responsabilidad a la hora de actualizar conocimientos y cuando tengan información contradictoria sobre su actuación acudir a fuentes científicas para incorporar esas evidencias a la práctica”, defienden una vez más esta investigadora.

“Sería recomendable establecer estrategias que mejoren la información que tienen los profesionales acerca del VPH, así como de los beneficios de la vacuna, para que los trasmitan claramente y con asertividad a los padres; esto evitaría incertidumbre en los progenitores, mejoraría las tasas de vacunación y disminuiría las complicaciones de la infección (cáncer)”.

Este trabajo es resultado de la tesis doctoral ‘Información y confianza sobre el uso de las vacunas. El caso del Virus del Papiloma Humano’, de la profesora González Cano-Caballero, y  realizada dentro del programa interuniversitario de Ciencias de la Salud.