El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, pide centrar los esfuerzos en los túneles de la SE-40 y avisa del «problema» de que Sevilla no sea «conflictiva» ante las «afrentas».
El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, ha advertido este jueves de que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno central socialista y Podemos para elevara a 900 euros el salario mínimo interprofesional (SMI) constituye «un golpe de estado a la negociación colectiva» y derivará en «más destrucción de empleo», tachando de «tontería» la idea de ampliar el puente del Centenario y reclamando concentrar los esfuerzos en el proyecto de los túneles de la SE-40.
Miguel Rus ha protagonizado este jueves un desayuno informativo organizado por la Asociación de Directivos de Andalucía, Ceuta y Melilla (Adacem) en el Caixa Fórum de la capital andaluza, donde ha mostrado su «enorme preocupación» por las consecuencias del pacto alcanzado entre el Gobierno central del socialista Pedro Sánchez y Podemos, para el proyecto de presupuestos generales del Estado de 2019.
El mencionado acuerdo, recordémoslo, está marcado por una subida del salario mínimo interprofesional de los actuales 736 euros a 900 euros, así como un alza del tres por ciento en las pensiones mínimas no contributivas, más partidas para el sistema de dependencia, una subida del permiso por paternidad o más partidas para investigación científica y políticas de I+d+i, lo que implica un importante incremento del gasto público.
En ese sentido, y recordando que dicho pacto presupuestario incluye además subidas de impuestos a las sociedades, Miguel Rus ha expuesto que en un escenario en el que la economía española ha «encadenado» varios años de crecimiento y ahora afronta un periodo de «menor» expansión, estas medidas «no ayudan a solucionar los grandes retos» de la economía española, como la alta tasa de paro o el déficit público.
Muy al contrario, Miguel Rus ha advertido de que los efectos del citado pacto presupuestario, que aún no goza de mayoría suficiente para su aprobación en el Congreso de los Diputados, «no van a permitir consolidar el crecimiento» económico y van a incrementar la deuda pública, constituyendo a su juicio «un obstáculo para las cuentas públicas a medio y largo plazo».
Así, ha lamentado que la política gire en torno a «decisiones populistas» que generan un escenario en el cual inversiones previstas en España ya están siendo «frenadas» a la espera de que se aclare «qué rumbo toma» el país.
Especialmente, el presidente de la CES ha censurado que el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos hayan pactado incrementar de 736 a 900 euros el SMI, sobre todo porque constituye «un inadmisible golpe de estado a la negociación colectiva», lo que le ha llevado a recordar que la patronal y los sindicatos ya tenían acordada una «subida progresiva» del salario mínimo interprofesional para un periodo de cuatro años y no es de recibo «que un gobierno se cargue una negociación» entre los agentes implicados en la materia.
Además, ha advertido de que una subida del SMI como la pactada entre el PSOE y Podemos puede ser «políticamente atractiva a corto plazo», pero en la práctica se traducirá «en el efecto contrario» y derivará en «más destrucción de empleo». Al respecto, ha advertido de las consecuencias de abordar desde el plano político aspectos «que no pueden asumir las empresas ni sus cuentas de resultados».
En el ámbito local, Miguel Rus ha insistido una vez más en las «continuas y constantes afrentas» que padece la provincia de Sevilla en materia de inversiones tanto por parte del Estado como de la Junta de Andalucía, redundando en la idea de que desde la transformación vivida en 1992 con motivo de la exposición universal celebrada aquel año, Sevilla está «sistemáticamente castigada en los presupuestos del Estado y de la Junta».
El «problema» de Sevilla
Un factor que ayuda a mantener dicha situación, a su juicio, es que la sociedad sevillana no es «conflictiva» pese dicho «castigo» presupuestario y de inversiones. «Pase lo que pase, no nos movemos nunca», ha alertado opinando que la falta de respuesta a la discriminación que a su juicio sufre la provincia constituye todo un «problema». Recordando que «en otros sitios» la sociedad «se une a muerte» en defensa de sus intereses, Miguel Rus ha llamado a la sociedad sevillana a «pelear ante afrentas que son inadmisibles».
Y es que según ha recordado, los «proyectos clave» de Sevilla siguen pendientes de realidades y avances, lo que le ha llevado a señalar el caso de la autovía metropolitana SE-40, cuya inversión anual ha ido siendo reducida en un contexto en el que el nuevo puente de Cádiz capital y la nueva variante de Málaga «están ya en servicio».
Al respecto, ha reclamado una vez más avances en el proyecto correspondiente a los túneles planeados bajo el río Guadalquivir, para albergar el trazado del tramo Dos Hermanas-Coria del Río de la SE-40, cuyo coste se eleva a cientos de millones de euros. Al hilo, ha llamado a dejar de «hablar de tonterías» como la ampliación del puente del Centenario, que soporta el trazado de la SE-30, y concentrar los esfuerzos en sacar adelante el proyecto de los túneles, dado su carácter estratégico en materia de movilidad.