Juzgados de Sevilla
Audiencia Provincial de Sevilla / SA

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años y seis meses de prisión a J.A.R.V. como autor de un delito de robo con intimidación con la agravante de disfraz y otro de detención ilegal de un trabajador de una clínica veterinaria en Sevilla, hechos transcurridos en noviembre de 2017 y por los que también estaba acusado D.B.H., que ha sido absuelto.

De igual forma, el tribunal, en la sentencia de fecha de 10 de octubre, condena a J.A.R.V., con 46 años de edad y en prisión provisional por estos hechos, al pago de la mitad de las costas procesales causadas, así como a indemnizar al dueño de la clínica en la cantidad de 6.200 euros por el dinero sustraído, y en 56 euros por los daños causados.

Además, deberá indemnizar a la víctima de la detención en 985 euros por los efectos y dinero sustraídos y en 1.000 euros por el daño moral inflingido. De otro lado, la Sala, tras la celebración el pasado 4 de octubre del juicio y analizada la prueba practicada, absuelve libremente a D.B.H. de los delitos de robo y detención ilegal imputados de que venía acusado.

El Ministerio Fiscal, en sus conclusiones definitivas, consideró los hechos como constitutivos de un delito robo con intimidación y empleo de medio peligroso previsto y un delito de detención ilegal, en concurso de medial, de los que eran autores los dos acusados, concurriendo en ambos acusados la agravante de disfraz y en el ahora condenado la agravante de reincidencia respecto del delito de robo.

Por todo ello, pedía imponer a J.A.R.V. la pena de seis años de prisión y a D.B.H., cinco años y medio. Por su parte, las defensas, ejercidas por los letrados Ignacio Sánchez y José Antonio Bosch, respectivamente, solicitaron la absolución de sus patrocinados.

En los hechos probados el tribunal indica que sobre las 06,00 horas del 16 de noviembre de 2017, el ahora condenado se dirigió en unión de otro individuo «no identificado» a fin de obtener un enriquecimiento ilícito a la clínica veterinaria ‘El podenco Andaluz’, en la que J.A.R.V. había trabajado como empleado de mantenimiento hasta unos meses antes, por lo que sabía donde se guardaba dinero.

Ambos individuos iban con el rostro tapado con pasamontañas, gorras, capucha y
guantes, lo que dificultaba su identificación. Un vez allí, entraron en el establecimiento, que en ese momento estaba cerrado al público, aprovechando que M.C.T., empleado de mantenimiento, acababa de entrar para iniciar su jornada laboral, procediendo para ello a conectar el suministro eléctrico en el cuarto de contadores.

J.A.R.V. y el individuo que le acompañaba abordaron por sorpresa al empleado, al que advirtieron de que les obedeciera, conminándole a que se tirase al suelo, donde le ataron las manos y los pies con unas bridas que portaban, encerrándolo en el cuarto de contadores, tras apoderarse de su móvil y de las llaves de su vehículo, marca Seat Ibiza.

A continuación, los dos asaltantes subieron a la planta superior de la clínica, donde tras forzar un armario se apoderaron de 6.200 euros, que había en una caja fuerte, además de medicamentos y un móvil. Después se dieron a la fuga en el vehículo del empleado, que estaba aparcado fuera del local, utilizando las llaves del propietario para abrirlo.

Asimismo, se apoderaron de los efectos que se hallaban dentro del referido vehículo, en concreto de una cartera con 400 euros, una caja de herramientas, ropa deportiva, una silla de niño y tres gafas de sol, valorados en 585 euros.

El empleado de la clínica estuvo maniatado y encerrado dos horas, hasta que a las 08,00 horas entró en el centro un compañero. Su turismo, peritado en 650 euros, fue localizado sin daños el día 28 de noviembre de 2017 por agentes de la autoridad y fue entregado a su titular.

La actitud de los autores disfrazados que impedía su identificación, la
sorpresa causada en la víctima, la superioridad numérica de los autores, la soledad de la víctima en el lugar de los hechos, siendo aún plena noche, en un establecimiento cerrado al público, en el que no había ninguna persona más, provocaron «una evidente y gran intimidación» en el sujeto pasivo, que no opuso resistencia, y que a causa del temor causado, «ni siquiera intentó desatarse, por miedo a provocar la ira de los asaltantes».

Pruebas contundentes de su auoría

El detenido era un exempleado de la clínica veterinaria, que fue despedido por apropiarse de 1.000 euros. Además un mes antes se había producido otro robo en el mismo establecimiento en el que se utilizó para acceder al local una copia de llave y del que se sospechó de ese extrabajador.

Más tarde, en la inspección ocular realizada en el lugar de los hechos por los agentes de policía científica, pudieron recuperar vestigios lofoscópicos y biológicos, que confirmaron la identidad del antiguo empleado.

De forma paralela, otra línea de investigación trataba la identificación del segundo de los autores; desplegándose el pasado día 10 de abril un dispositivo policial que culminó con las dos detenciones, una en la barriada de las Tres Mil Viviendas y otra en el Polígono Norte.

A ambos detenidos, poseen un amplio historial de detenciones por robo con intimidación y robo con fuerza y ya pasaron a disposición judicial, todo ello en el marco de una investigación policial y dispositivo llevado a cabo por el Grupo de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla.