Rajoy y Arenas estuvieron con Zoido. Guerra con Espadas. Torrijos se fue a la periferia. Los andalucistas en el río, junto a la Torre del Oro. Isabel Ceballos estuvo en Triana.
Día de nervios y estrenos. Anoche las fuerzas políticas empezaron su campaña electoral con la pegada de carteles que cada vez es menos tradicional y más innovadora. Y sino que se lo digan a Juan Ignacio Zoido que dejó el cubo por las luces, o a Pilar González, del PA, que mediante un sistema informático usó la Torre del Oro para presentar su campaña mediante una proyección. Proyección que, por cierto, tuvo más repercusión en el restaurante Abades, donde el PP abría su campaña y situado justo frente al monumento, más que en el Paseo de Colón.
Junto al intenso día de cruces de denuncias entre partidos por el adelanto del PP en la instalación de las banderolas pidiendo el voto a Zoido, el día acabó también con polémica, pues, desde la orilla trianera del Guadalquivir, se proyectaron grandes focos de luz para «boicotear» el acto del PA en los bajos de la torre, según denuncian los andalucistas.
También de manera virtual pegó carteles Juan Espadas, el candidato del PSOE, que estuvo arropado por el diputado Alfonso Guerra, que cierra la lista socialista. El estreno tuvo lugar en Plaza de Armas, donde el PSOE organizó su acto de apertura de campaña.
Con el tradicional pegamento y papel estuvo Antonio Rodrigo Torrijos, de IU. En Amate pegó carteles junto a la sede de la federación de izquierdas. Isabel Ceballos de UPyD, por su parte, inició en Triana, junto al hotel Abba, su pegada de carteles.