Capilla de San José/ SA
Capilla de San José/ SA

Los obras de restauración de la Capilla de San José comenzarán en octubre con el objetivo de fijar las pinturas murales de las bóvedas y cúpulas para evitar que se sigan perdiendo y consolidar las estructuras horizontales de forjados en mal estado, fundamentalmente en la azotea y en la fachada principal, actuaciones que se realizarán de forma simultánea.

El arquitecto responsable de las trabajos, Lucas Espinosa de los Monteros, ha explicado que en estos momentos se está organizando el procedimiento de actuación con las empresas que participan, como son una constructora que se encargará de las labores de consolidación, otra para las pinturas murales y una última para el montaje de los andamios.

En este punto, ha afirmado que «la obra se va a iniciar casi inmediatamente», aunque no ha podido concretar un día. «Estamos viendo todos los detalles con los que intervenimos, pero por supuesto que en este mes de octubre empezarán», ha asegurado.

Respecto al tiempo que durarán las obras, Espinosa ha profundizado que la consolidación de pinturas requiere «un plazo de tiempo mayor», que ha fijado «en torno a cuatro o cinco meses», mientras que los de consolidación requieren menos tiempo, sobre a «un par de meses», por lo que «se van a simultanear los trabajos».

En este sentido, ha afirmado que los primeros trabajos en comenzar serán los de las pinturas y que esta simultaneidad de las obras es posible ya que se va a actuar en zonas diferentes. También, indica que los trabajos de consolidación de las estructuras horizontales afectarán la fachada, donde está ubicada la espadaña, aunque esta «en principio no se toca».

La obras de restauración de la Capilla de San José, edificio declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1912, tienen un presupuesto global de 111.000 euros, en los que se incluyen aportaciones ciudadanas gracias a movilización social impulsada desde 2008. Esta cuantía se dirigirá en un 75 por ciento a fijar las pinturas murales de la bóveda para evitar que se sigan perdiendo, mientras que el resto será para la consolidación de forjados.

De este presupuesto total, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia de Urbanismo, aporta 85.000 euros, una ayuda que se materializó el 4 de septiembre cuando el alcalde, Juan Espadas, y el hermano superior de la orden regente de la capilla, los Hermanos Menores Capuchinos de Sevilla, Eduardo Rodríguez, ratificaron esta cooperación.

En aquel acto, Lucas Espinosa de los Monteros, afirmó que el edificio a nivel global no presenta elementos que entrañen peligro y llamó la atención sobre la situación de unas instalaciones que han sufrido importantes incendios de los que aún se pueden ver sus marcas, como el del año 1931 o los producidos en casas colindantes y que también afectaron a este espacio, a la par que ha contado con actuaciones de mejora como la sustitución de las cubiertas en torno a 1992.

El Gremio de los Carpinteros, tras permanecer la capilla cerrada desde los años 60 del siglo XIX, ofrecen el templo a los capuchinos, quienes aceptan la invitación tras ser reparado el templo en 1915. Aunque en principio solo iban a atender el culto, a los pocos meses serán siete frailes los que residan de forma continuada allí. En 1964, al extinguirse la Hermandad de San José, heredera del Gremio de Carpinteros, la capilla pasa a depender enteramente de esta orden mendicante.

En 2016, se ponían en marcha actos por los 100 años de presencia de los capuchinos en la capilla, con conciertos y conferencias sobre la vida y la convivencia de los carpinteros con los capuchinos y la aportación de estos a la vida cultural de Sevilla, culminando el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, con la salida procesional de la imagen de San José, titular de la capilla y obra de Agustín de Perea en 1694.