Maloma Morales /Archivo
Maloma Morales /Archivo

La familia española de Maloma, la joven natural del Sáhara Occidental nacionalizada española al ser adoptada por este matrimonio de Mairena del Aljarafe (Sevilla) y supuestamente «retenida» por su familia biológica en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf (Argelia), ha advertido al Gobierno central de una «descarada maniobra política orquestada para desacreditar» su lucha, reclamando al Gobierno central que intervenga ante el Frente Polisario y Argelia y logre que la mujer pueda hablar y decidir en España.

Frente al comunicado difundido por el bufete de abogados Tax&Legem, dirigido por Sidi M. Talebbuia, quien preside la Asociación Profesional de Abogados Saharauis en España, los padres adoptivos de Maloma han remitido una carta al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Fernando Martín Valenzuela, analizando las circunstancias que rodean a dicho comunicado.

Y es que mientras en dicho comunicado Maloma asegura que ha «elegido libremente» el lugar en el que quiere estar y las personas con quienes quiere «compartir» su vida, asegurando ser «libre, feliz y dueña» de su destino, anunciando acciones legales para proteger su honor, su intimidad y a su familia, los padres adoptivos de la joven consideran que dicho documento «en modo alguno ha sido escrito por Maloma», toda vez que José Morales y su esposa reclaman insistentemente que la joven pueda pronunciarse en plena «libertad» sobre qué desea para sí misma.

A tal efecto, los padres adoptivos de Maloma señalan en esta carta recogida que la Asociación Profesional de Abogados Saharauis en España, presidida por el letrado que dirige el bufete emisor del citado comunicado, se auto proclama como una entidad jurídica «consultiva para la República Árabe Saharaui Democrática en España», al objeto de «defender los derechos de sus ciudadanos» ante el «trato discriminatorio y carente de garantías» que puedan sufrir por el «oportunismo político del Gobierno español y su relación con Marruecos».

Es más, avisan los padres adoptivos de Maloma en su escrito que antes de que dicho comunicado fuese difundido por los medios de comunicación españoles, ya había sido colgado en un perfil de la red social Facebook bautizado como «Frontera Saharaui».

Así, los padres españoles de Maloma consideran que dicho comunicado responde a una «descarada maniobra política orquestada» para desacreditarles a ellos y a su «lucha» por la «libertad» de la joven, quien tras su supuesta retención en los campamentos de refugiados saharauis contrajo matrimonio y después tuvo una hija. Por eso, José Morales y María del Carmen de Matos reclaman al Gobierno de España en esta carta que «intervenga» frente al Frente Polisario y el Gobierno de Argelia, y consiga que Maloma «pueda repetir esas palabras en territorio español, con la garantía de que sea cual sea su decisión, se cumplirá».

Al respecto, José Morales recordaba recientemente a Europa Press que hace ya más de un mes que habló por última vez por teléfono con la joven y pronto se cumplirán tres años de su denunciado «secuestro» en los campamentos de refugiados saharauis, en el marco de un viaje cursado por la joven a la zona para visitar a su familia original.

Billete de vuelta

Desde entonces hasta ahora, como se ha señalado, el caso de Maloma ha deparado diferentes giros. Y es que si bien la familia española de la joven recuerda que la misma viajó a Tinduf «con billete de vuelta», en febrero de 2017 circulaba un nuevo vídeo, en el que la propia Maloma negaba que estuviese «secuestrada por el Frente Polisario, por Argelia», por su familia biológica o «por nadie». «Estoy aquí porque yo quiero. Es mi deseo estar una temporada con mi gente», enfatizaba, avisando de que «se está formando una bola increíble» en torno a su situación.

La joven incluso contrajo matrimonio en los citados campamentos y ha tenido descendencia allí, toda vez que la familia española de Maloma insiste en que antes del último vídeo y de la boda, ella misma habría trasladado, mediante una conversación telefónica, «que estaba deseando volver» a España. En cualquier caso, su familia adoptiva reclama que pueda pronunciarse en «plena libertad», sobre qué futuro desea para sí misma.