Ayuntamiento de Sevilla /SA
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El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha presentado este miércoles el proyecto de ordenanzas fiscales para 2019, que incluye la bajada del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) para las familias del cinco por ciento, cuyos recibos medios pasan de 403 euros en 2015 a 371 en 2019, y del uno por ciento del tipo diferenciado para medianas y grandes empresas, así como el descenso del impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO) en un 3,25 por ciento.

También, plantea crear una bonificación del 95 por ciento del IBI para aquellos propietarios que cedan sus viviendas a la Empresa Municipal de la Vivienda de Sevilla (Emvisesa). Asimismo, quedarán congelados el resto de impuestos, tasas y precios públicos que incluyen esta propuesta, que este miércoles ha sido remitida a los grupos y al Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS).

En rueda de prensa, Espadas ha anunciado, igualmente, que el viernes se aprobaron las líneas clave del presupuesto en la Junta Local de Gobierno, unas líneas que pasan por aumentar el gasto social «como seña de identidad» y el crecimiento de la inversión pública para «reactivar la economía y solucionar los problemas ciudadanos», además de profundizar en la progresividad de las ordenanzas fiscales y continuar por la senda del saneamiento, la reducción del déficit y el pago de facturas. «Hemos dejado los cajones vacíos de facturas, abonando las de gobiernos anteriores y pagando disciplinadamente», recalca.

El alcalde ha llamado a la responsabilidad de los partidos para aprobar las ordenanzas y los presupuestos para el próximo año, a 31 de diciembre como muy tarde, teniendo en cuenta que, si se prorrogan las cuentas, se perderán 72 millones en inversiones y habrá que abonar igualmente a la plantilla municipal los 30 millones que corresponde por la aplicación de las 35 horas y por la aplicación de los acuerdos alcanzados por el Estado y los sindicatos en cuanto a aumento salarial y complementos.

«No es un ultimátum, ni un chantaje, pero es nuestra obligación poner esta situación sobre la mesa», advierte el alcalde, que pide sacar estos elementos del clima electoral y deja claro que, de no haber cuentas nuevas, ese montante habrá que sacarlo «pero no será de servicios sociales, limpieza o transporte», apuntando a otras obras «que necesita la ciudad pero que se tendrían que demorar».

Petición a Estado y Junta de 11 millones

En este marco, el alcalde también ha anunciado que reclamará al Estado y a la Junta de Andalucía el aumento de los ingresos que transfieren a la ciudad por un montante que ronda los once millones de euros.

Así, insta a la Administración andaluza a actualizar la Participación de Tributos de la Comunidad Autónoma en 2019, algo que considera «ineludible», dando voz a las propuestas en este sentido aprobadas en el Pleno municipal. Estima esta actualización en 2,5 millones, mientras que requiere al Estado una subida de las transferencias por más de nueve millones.

El superávit

Espadas ha sacado pecho por la gestión financiera realizada estos más de tres años y recuerda que en 2017 hay 82,2 millones de superávit, frente al déficit de 13,7 millones en 2012 y el superávit de 45,5 millones en 2015 del gobierno de Juan Ignacio Zoido (PP). «Estos datos demuestran la buena gestión y la capacidad de gasto, que no se puede ejecutar por las limitaciones de la norma estatal», explica, dejando claro que no comparte tener «ahorros forzados en personal», algo ante lo que va a «pelear también con este Gobierno».

Afirma que lleva ya varios meses intentando hacer paquetes de inversiones con el superávit del pasado año, pero los requisitos puestos en la «supuesta» flexibilización de la normativa del ya exministro de Hacienda Cristóbal Montoro hace que «haya tantas trampas y obstáculos que sea muy complicado emplearse».

También ha puesto en valor la reducción de la deuda, que pasa de 394 millones en 2015 a 312 millones en 2018, esperando que baje hasta los 300 millones al final del mandato, 94 millones menos, «una de las cifras más altas de bajada de esta deuda realizada por un gobierno sevillano».

A ello, suma el incremento de la capacidad de ingresos en más de 40 millones por la mejora de la gestión de los tributos y porque «algunos impuestos han funcionado mejor pese a haber bajado el tipo, como es el caso del ICIO». En este sentido, explica que en 2017 se recaudó un 15 por ciento más de lo previsto y en 2018 se superarán los diez millones de euros.

Tasas y precios

Al hilo de esto, recuerda la congelación de tasas generalizada existente de forma mayoritaria en la ciudad, que registra «una presión fiscal por debajo de otras ciudades».

Sin embargo, advierte de la necesidad de revisar esas tasas y precios públicos, como los relativos a la basura, los apartamentos turísticos o el agua, teniendo en cuenta que «si sube es por debajo del IPC pero los costes siguen aumentando». «No ha habido un marco de serenidad para abordar este tema en el mandato y no puede sacarse adelante sin consenso», agrega.

Por último, Espadas ha insistido en la necesidad de sacar adelante unas cuentas en un ejercicio que «no es un año normal de elecciones, sino cuando entran en vigor las medidas relativas a la plantilla municipal que hay poner sobre la mesa». «Ese dinero no puede salir de bajar otras partidas para los ciudadanos, como ocurriría si no se aprueban los presupuestos», defiende.

Preguntado por la postura del portavoz del PP, Beltrán Pérez, Espadas asevera que éste «aún no ha comprendido tras cuatro años que no es gobierno» y le pide que «deje de hacer cábalas y un presupuesto alternativo con el que ya hizo el año pasado bastante el ridículo», después de que el secretario municipal le advirtiera de que no era viable normativamente.