Obras en el Pabellón Real /Ayto. Sevilla
Obras en el Pabellón Real /Ayto. Sevilla

El Ayuntamiento concluye la restauración de las fachadas y cerámicas del Pabellón Real tras una inversión de 1,1 millones.

La primera rehabilitación del conjunto que se realiza desde su construcción en 1915 ha permitido recuperar elementos cerámicos y esculturas con un elevado nivel de deterioro y una limpieza en profundidad además de incorporar nuevas medidas para evitar el anidamiento de aves y las humedades.

Un «estudio específico de contenidos» definirá los futuros usos culturales del Pabellón Real después de que se realice el traslado de la Delegación de Empleo, que actualmente opera desde este inmueble. Una de las opciones es el museo de Aníbal González inicialmente propuesto para la Plaza de España.

Las obras promovidas por el Ayuntamiento de Sevilla desde el verano de 2017 para la restauración integral del Pabellón Real, construido según el diseño del arquitecto Aníbal González con motivo de la exposición iberoamericana de 1929 y enclavado en la plaza de América, en pleno corazón del parque de María Luisa, están ya prácticamente rematadas, toda vez que el Consistorio prevé encargar un «estudio específico de adaptación de contenidos» para definir los usos culturales a los que será destinado este monumento.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha visitado este lunes el Pabellón Real, un edificio de estilo gótico flamígero legado de la exposición iberoamericana de 1929, de propiedad municipal y hasta ahora sede de unas dependencias administrativas de la Delegación municipal de Empleo.

El inmueble pertenece íntegramente al Ayuntamiento, que en su momento proyectó en él la sede de la colección de arte de Mariano Bellver, formada por 943 piezas de arte entre las que destacan 364 pinturas, 38 esculturas de madera, 19 esculturas de mármol, 156 piezas de cerámica y porcelana, 87 piezas de orfebrería y 105 piezas de mobiliario.

No obstante, y alegando aspectos técnicos y de plazos, el Ayuntamiento optó finalmente por adquirir la conocida como Casa Fabiola por un importe de unos 4,5 millones de euros, para instalar en dicho inmueble la colección de arte de Mariano Bellver.

Entre los motivos esgrimidos por el Gobierno local socialista para cambiar de idea respecto a la ubicación de la colección de Bellver, figuraba el aspecto de los plazos. Y es que el Pabellón Real seguía pendiente de las obras de restauración promovidas por el Ayuntamiento para remozar sus fachadas y cerámicas, toda vez que tales trabajos no fueron contratados hasta mayo de 2017, cuando la empresa Díaz Cubero resultó adjudicataria del contrato por casi 1,15 millones de euros.

Andamios sobre el monumento

Estas obras, destinadas a restaurar los azulejos, cerámicas y piezas de terracota del Pabellón Real y aplicar tratamientos contra la humedad en las bases de sus muros, arrancaron el verano de 2017 y a día de hoy afrontan ya su fase final, según ha explicado el alcalde hispalense, quien ha recordado que la idea del Ayuntamiento es que el monumento deje de acoger dependencias del área municipal de Empleo y albergue usos culturales.

En concreto, Espadas ha expuesto que merced a lo previsto por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), tras la «restauración modélica» acometida en el Pabellón Real, el monumento será destinado a «una finalidad cultural» ligada a su propio «significado», el entorno del parque de María Luisa y el legado de la exposición iberoamericana de 1929.

«Vamos a encargar un estudio específico de adaptación de contenidos que determine la definición final de este espacio», ha manifestado el alcalde, según el cual ya pesan «distintas propuestas» como la de instalar en el edificio un museo dedicado al arquitecto Aníbal González, un proyecto inicialmente ideado para la Plaza de España, también diseñada por el emblemático arquitecto regionalista y cuya titularidad ostenta el Estado.

En cualquier caso, el alcalde ha defendido que el «sentido» del contenido cultural del Pabellón Real debe estar relacionado con la «interpretación del parque de María Luisa» y el legado de la exposición iberoamericana de 1929.