Presentación del la licitación del proyecto / SA

La memoria de intervención de estos trabajos insiste en la posible localización de personalidades destacadas de la ciudad fusiladas y allí enterradas junto a otras víctimas. Se ha confirmado la disposición del espacio como tumba colectiva con restos prácticamente en superficie y se han identificado diferentes lesiones óseas provocadas por episodios violentos.

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Participación Ciudadana, Educación y Edificios Municipales, ha publicado el volumen denominado “Al fondo a la izquierda” con el que se pretende presentar a la ciudadanía los resultados de la primera intervención de los trabajos de búsqueda, indagación, localización y delimitación de la Fosa Pico Reja del Cementerio San Fernando.

Con esta iniciativa se pretende, según la delegada Adela Castaño, “proporcionar una respuesta institucional completa y un reconocimiento respetuoso de la memoria de las víctimas que yacen en las fosas comunes del cementerio de Sevilla” con motivo del golpe militar contra el régimen democrático de la II República que degeneró en la Guerra Civil (1936-1939), y la posterior represión de la dictadura del General Francisco Franco.

Este libro documenta los trabajos de delimitación de las fosas y el inicio del procedimiento posteriormente a la exhumación de los restos. Ambas cuestiones responden a los principios de verdad, justicia y reparación que inspiran la ley estatal 52/2007 y la ley andaluza 2/2017 de Memoria Histórica y Democrática, a las que se ofrece cumplimiento con esta intervención, y que también recogen que estas las políticas públicas deben fomentar el conocimiento de la historia y memoria democrática.

Parten del estudio previo del historiador José Díaz Arriaza recogidos en la publicación ‘Ni localizados ni olvidados. Las Fosas del Cementerio San Fernando de Sevilla, 1936-1958’ que sirvió de referencia a un equipo multidisciplinar de profesionales compuesto por las arqueólogas Inmaculada Carrasco Gómez, Carmen Romero Paredes, Concepción González García, María del Carmen Barragán Valencia, la antropóloga Inmaculada López Flores y el auxiliar especializado Pedro Wic Rodríguez, en las horas dedicadas al trabajo de campo que se ha reflejado en esta Memoria de Intervención.

Incluye un importante aporte documental como soporte del análisis y conclusiones que permiten esclarecer la ubicación concreta y las dimensiones exactas de la Fosa del Pico Reja, y que manifiesta que los restos humanos allí depositados muestran huellas de violencia que los identifican como víctimas de la represión franquista. A la vez, estos avances confirmaban en unos casos y corregían en otros la información publicada en la monografía ya citada. También se concluye la disposición del espacio como tumba colectiva y  la localización de restos prácticamente desde la misma superficie debido a la colmatación del espacio.

Pico Reja pasa por ser la primera fosa en la que se depositaron los restos de muertos en los combates por las calles durante los días de la ocupación total del centro de Sevilla y los barrios entre el 18 y el 22 de julio, así como los primeros fusilados. Entre estos primeros asesinados que fueron enterrados en la fosa se encontraban miembros de la Corporación municipal y personas destacadas de la ciudad. Nombres importantes por sus cargos y obligaciones que decidieron la priorización de Pico Reja como espacio de trabajo.