Concentración opositores a las puertas de la sede de Tussam /Participa
Concentración opositores a las puertas de la sede de Tussam /Participa

CSIF ha denunciado este martes a la empresa pública de Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam) por las «numerosas irregularidades» llevadas a cabo durante y tras el desarrollo del examen del concurso de oposición promovido por la misma. Esta denuncia ya fue avanzada por Sevilla Actualidad.

La prueba inicial de este proceso selectivo, encargado por Tussam a una empresa externa, incluyó la anulación de 20 preguntas de tal examen teórico inicial, tras ser detectado que 17 de tales preguntas no se ceñían al temario y tres más eran erróneas, decidiendo el tribunal de la oposición descartar tales preguntas y validar la celebración del test, aunque sin estas preguntas.

Por ello y por otras irregularidades que se denuncian tales como falta de control en los accesos de la sala de la prueba, de los inscritos o de los materiales que introdujeron algunos de los opositores, el proceso selectivo ha sido objeto de 190 alegaciones por parte de los opositores, 233 de los cuales aprobaron las pruebas, tras conocer el resultado del examen, mientras CSIF ha promovido diferentes protestas en demanda de la repetición del concurso oposición, sin que la empresa pública tomase «ninguna medida» a favor de los opositores que se han visto «perjudicados».

A tal efecto, en la denuncia realizada por CSIF, se solicita la investigación de ciertas «irregularidades» llevadas a cabo durante este examen, además de la decisión del tribunal de oposición sobre la eliminación de las 20 preguntas a la hora de corregir dicho test.

Así, tal denuncia señala «infracciones de la normativa» del concurso de oposición, asegurando que no se solicitó «el documento para acreditar la identidad de los participantes» del examen, toda vez que se repartieron «pulseras identificativas» no recogidas por la reglamentación del concurso y que algunos opositores «se intercambiaron con personas ajenas» al mencionado test.

Además, incide en que muchos de los opositores contradijeron las bases de la convocatoria con actos como «estar en pie» y «hablando» durante «todo el tiempo que duró el examen» y utilizar «dispositivos móviles y relojes», entre otros aspectos. De hecho, y según se narra en tal documento, fue el gerente de Tussam quien «se vio obligado a indicar por megafonía que se guardaran los teléfonos móviles y los relojes», pues algunos opositores no estarían cumpliendo tal extremo.

Como consecuencia, tras varias protestas realizadas por parte de CSIF y los opositores, junto con la colaboración de algunas formaciones políticas como IU o Participa, la central sindical ha decidido recurrir a la vía judicial en busca de soluciones para este «problema» al que se enfrentan los opositores a este concurso público de Tussam.