El Sevilla empató ante el Málaga en un discreto partido en el Ramón Sánchez Pizjuán y regaló un punto al colista, que hizo poco para merecerlo, pero que aleja a los sevillistas de sus opciones europeas.
Sevilla Actualidad / Agencias. Gregorio Manzano, apostó fuerte en el centro del campo con Romaric y Zokora, aunque prescindió de un delantero para jugar con Ivan Rakitic de enganche con Luis Fabiano. Con Kanouté en el banquillo y sin un segundo delantero nato, el conjunto sevillista se volvía predecible y la falta de chispa de los extremos Navas y Perotti convertían al Sevilla en un equipo inocuo en ataque.
Por su parte, el Málaga se tuvo que sobreponer de inicio a la lesión de última hora del portugués «Duda», anunciado en el once titular y sustituido por el italiano, Enzo Maresca, y a la del portero Sergio Asenjo tras un encontronazo con Luis Fabiano a los cinco minutos de juego.
El brasileño derrochó entrega para disputar el balón con los centrales malacitanos y tuvo un par de ocasiones para adelantar a su equipo durante la primera media hora. La más clara llegó al filo del descanso pero, tras dejar sentado a un defensa con un gran recorte, se entretuvo con el balón y le dio tiempo a Demichelis para abortar la ocasión.
Pocas noticias del Málaga hasta entonces, ya que se sentía cómodo detrás del balón aguantando las pocas acometidas locales y la baja de Duda era demasiado importante para darse alguna alegría en ataque. El delantero José Rondón apenas aparecía, mientras que a Julio Baptista se le notaba demasiado espeso como para crear peligro. Aun así, el fichaje estrella del Málaga en el mercado invernal pudo adelantar a su equipo en el ecuador de la primera mitad.
Tras el paso por los vestuarios, Manzano recuperó su esquema original y dio entrada a Kanouté por Romaric, lo que permitió al Sevilla llegar con más frecuencia al área malacitana, aunque con falta de ideas para encontrar el camino del gol. Lo pudo encontrar Alexis nada más comenzar la segunda mitad tras un saque de esquina y el posterior fallo de la zaga del Málaga, aunque, poco acostumbrado a sumarse al ataque, el defensor disparó desviado cuando la grada ya cantaba el gol.
Sin embargo, poco le duró la efervescencia al conjunto local, que era incapaz de inquietar la portería de Arnau ante la desesperación de la afición sevillista. Menos hizo el Málaga para tratar de buscar el gol de la victoria, ya que pareció conformarse con arañar un punto del Sánchez Pijzuán. El Sevilla lo intentó hasta el final con balones largos al corazón del área malacitana, pero el tiempo se le echó encima y se despidió del partido sin marcar un tanto, tras regalar la primera mitad.