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El vigente campeón de la Copa del Rey se desquitó de su último pinchazo en liga con una goleada que le permite pasar por tercer año consecutivo a las semifinales de este torneo.

Sevilla Actualidad / Agencias. Gregorio Manzano, enseñó desde el inicio que el 3-3 de la ida le servía para pasar con otro empate en el Sánchez Pizjuán por menos goles y sacó una poblada defensa con tres centrales en la que debutó el lateral derecho catalán Sergio Sánchez, después de superar una cardiopatía que le ha tenido de baja algo más de un año. Pese a este planteamiento, el Sevilla logró tres tantos y pudo marcar alguno más ante un adversario que en nada se pareció a ese que marcha tercero en la tabla de Primera cuando se ha cumplido ya la primera vuelta de la Liga.

Los locales tuvieron la suerte de cara cuando un remate de Álvaro Negredo lo remachó, con el balón camino del fondo de la meta, el brasileño Renato y puso la eliminatoria más a su favor a los seis minutos de juego. Al equipo de Juan Carlos Garrido le costó entrar, quizá por la disposición de sus rivales en el campo. Con el paso de los minutos el equipo villarrealense tomó el mando al controlar el centro del campo y ver cómo el adversario prácticamente renunciaba a atacar.

Hasta el descanso, los visitantes lo intentaron de todas las maneras y en el minuto 26 el central Gonzalo Rodríguez estrelló un remate de cabeza en el larguero de la meta que defendió Javi Varas. Después Rossi, muy peligroso siempre, y Rubén Gracia ‘Cani’ gozaron de buenas oportunidades de equilibrar el marcador, pero se encontraron con Javi Varas o la falta de precisión para no conseguirlo.

En la segunda parte, el Villarreal se encontró, cuando aún no se había cumplido el segundo minuto, con el 2-0 obra del malí Frederic Kanouté, de cabeza a la salida de un córner que botó el marfileño Ndri Romaric. Dos minutos después, en una jugada calcada pero con el remate del central Alexis Ruano, los sevillistas lograron el tercero, lo que ya obligaba al rival a marcar otros tres para forzar la prórroga.

Quedaba prácticamente todo el segundo período, pero la formación castellonense pareció apagarse por momentos ante un Sevilla que se mantuvo con muchos hombres atrás a la espera de que pasaran los minutos para sorprender otra vez, lo que pudo conseguir en algunas acciones de peligro que no se materializaron.

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