Tampoco pudo ser en Mendizorroza. El Sevilla FC cayó este domingo ante el Deportivo Alavés en un partido en el que fue claramente de más a menos y que una buena acción individual de Manu García acabó decidiendo. Aunque el equipo de Montella dominó y tuvo intensidad en los primeros minutos, el Alavés se acabó haciendo dueño al borde del descanso y obtuvo su premio en la reanudación. Aunque lo intentó con más corazón que cabeza hasta el final, el equipo nervionense no consiguió sacar nada en Vitoria.

Fue positiva la carta de presentación sevillista en Mendizorroza, con la clara intención no sólo de hacerse con el balón sino también de monopolizar las ocasiones. De hecho únicamente tardó cuatro minutos en probar a Pacheco, con un disparo lejano de Banega que el meta extremeño desvió a córner. Se veía a un Sevilla incisivo, con velocidad por ambas bandas aunque sin la necesaria conexión con Ben Yedder, que necesitaba salir demasiado de su posición para entrar en juego. Al menos, la situación en defensa estaba controlada y únicamente Pedraza, con un mal control y una atajada de Rico al borde del área, la tuvo en los primeros minutos.

Una situación que, por desgracia, poco a poco fue cambiando conforme el Alavés añadía algo más de colmillo a su juego. Con el debutante Guidetti entrando poco a poco en acción, los de Abelardo fueron ganando metros e inquietaron más por sensaciones que por ocasiones de peligro. El Sevilla sólo conseguía intentarlo con disparos lejanos y Geis, probablemente el más acertado en toda la primera parte, probó a diez para el descanso pero Pacheco volvió a responder. Con la sensación de que la situación se empezaba a complicar se llegó al descanso, sin que fuera necesario añadir nada por la intensidad de la primera parte.

El segundo tiempo parecía llevar al partido por esos mismos derroteros, con la diferencia de que muy pronto el Alavés iba a encontrar premio a balón parado. Córner que saca providencial Nolito en el segundo palo pero el balón sigue merodeando por el área y le llega a Manu García en el segundo palo. El capitán vasco, demasiado suelto, consigue controlar y cambiarse el balón de pierna para batir bombeado y cruzado para Sergio Rico. Mazazo para un equipo no precisamente sobrado de moral y que se veía obligado a nadar una vez más a contracorriente. Para mitigar la falta de circulación, Montella sacrificó la buena colocación de Geis para buscar el dinamismo de Sarabia.

Con los locales conscientes de que la victoria les sacaba del descenso, lo lógico era pensar que la responsabilidad iba a recaer en el bando sevillista. Así fue, con los de rojo jugando muchos minutos en campo rival pero sin conseguir inquietar la meta de Pacheco. De hecho pese a que Nolito tuvo dos muy claras, ni tan siquiera consiguió lanzar entre los tres palos en toda la segunda parte. La expulsión de Duarte casi al final puso más emoción, pero los vascos aguantaron el tipo y suman tres puntos vitales en su pelea.

Distinta es la situación para el Sevilla FC, que protagoniza un mal cierre de segunda vuelta y que ahora afronta dos partidos más lejos de casa. El miércoles en el Wanda frente al Atlético en Copa y el próximo sábado en Cornellá-El Prat ante el RCD Espanyol. Urge responder, pues la quinta plaza ya es cosa del Villarreal y los perseguidores acechan.

Crónica facilitada por el Sevilla FC.