Fin a la racha de cuatro victorias seguidas que llevaba el Sevilla entre Liga, Copa del Rey y Europa League. Esta derrota hará reflexionar sin duda a los encargados de conformar el centro del campo sevillista.
Paco Cordero de la Villa. La primera parte fue para el Mallorca. El equipo de Laudrup dispuso de varias ocasiones para adelantarse antes del 0-1, obra de Pereira. De Guzmán, hasta dos veces, y Webó lo tuvieron cerca. El segundo no entró gracias a que Luna salvó el gol en la línea.
El Sevilla no carburaba, lo hacía esporádicamente y con escaso peligro. Se podrían salvar tan sólo el argentino Perotti, siempre muy activo por las bandas, y el canterano Alfaro. Los bermellones, por su parte, mantenían un ritmo bastante regular que les servía para ir ganando sin complicaciones.
Con el gol de Pereira, zurdazo que bate a Palop, el Sevilla despertó saliendo al ataque con algo más de claridad. Antes del descanso, Aoute evitó que Perotti rematara un pase de la muerte de Negredo y luego, el argentino intentó colocar un rechace pero tocó en un defensa.
Con la derrota en el marcador y el mal juego desplegado en la primera parte, Manzano movió las piezas del banquillo. Dio entrada a Konko y Luis Fabiano en sustitución de Alfaro y Cigarini, cambios que mejoraron el centro del campo del Sevilla. El brasileño tuvo una clara ocasión nada más empezar el segundo tiempo pero su remate de cabeza se marchó alto.
Y de nuevo Luis Fabiano protagonizó una de las jugadas del partido. El árbitro Mateu Lahoz anuló un gol del brasileño por entender que se ayudó de la mano dentro del área para controlar el balón y encarar a Aoute. En las imágenes se ve como es el defensa Ayoze el que la toca con la rodilla, ni siquiera con la mano. Aún así, los chispazos de coraje del Sevilla eran más frecuentes que las jugadas elaboradas.
Uno de esos chispazos propició el empate sevillista (85’). Renato le metió un preciado balón a su compatriota para que rematara entre dos defensas. Se las andaba felices los jugadores sevillistas pero en la jugada siguiente perdió todo el esfuerzo imprimido en la segunda parte.
Martí sacó una falta al área y Webó le ganó fácilmente la partida a Alexis para rematar de cabeza. Era el último minuto de partido y dejaba sin puntos a un Sevilla falto de carácter y de actitud creativa.
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