Antonio Álvarez no ha sido el único hombre que ha dicho adiós al Sevilla tras muchos años trabajando para el club. La era Manzano trae caras nuevas, mientras se despiden algunas que eran muy familiares.
Sevilla Actualidad. Gregorio Manzano se trajo a dos hombres de su confianza: el preparador físico, Toni Servera, y el segundo entrenador, Gonzalo Hurtado. Eso puso en el punto de mira a sus homólogos Ramón Orellana y Luis Tevenet, que formaron parte del equipo de Antonio Álvarez. Desde el Sevilla les han comunicado esta semana que no tienen cabida en el organigrama del club.
En particular, Ramón Orellana lleva toda una vida vinculada al Sevilla, por eso está especialmente afectado por su marcha del club: «Parece que se hubiera dado un descanso largo a la plantilla. Se está haciendo duro». Así se ha confesado el ya ex preparador físico en Punto Radio Sevilla, donde también ha dicho que ahora va a intentar terminar su tesis doctoral.
Orellana ha comentado que fueron Monchi y José María Cruz quienes le comunicaron la decisión, asegurando que han obrado de esta forma, según le explicaron, porque tras pertenecer tanto tiempo al fútbol de élite, no querían proponerle «nada deshonroso o de menos categoría», aunque afirma Orellana que tampoco le preguntaron nunca su opinión. «Cuando eres trabajador del club, estás dispuesto a sumar siempre», ha dicho.
La temporada pasada, el estamento médico sevillista en su conjunto estuvo en el punto de mira después de un difícil periodo de lesiones, que provocó el enfado y enfrentamiento del entonces técnico del club, Manolo Jiménez. Sobre ello, Orellana ha comentado que «quizás se creó una opinión, no se sabe si interesada, que siempre deja huella».
Agrega que «las lesiones hay que analizarlas» y que el club tenía «uno de los porcentajes de lesiones musculares más bajo de todo la Liga», aunque hubo muchas «lesiones traumáticas». De todas formas, afirmó estar «tranquilo», ya que los posteriores éxitos deportivos «demostraron que la experiencia y la serenidad dan sus frutos».