Parece que al «caso Hércules» se le ha dado carpetazo definitivamente. Se publica en varios medios de comunicación que el Comité de Competición ha decidido no abrir expediente disciplinario por el tema y fin del asunto.

Ismael F. Cabeza. Opinión. Una vez sabido esto, los dirigentes béticos tienen vía libre para actuar de la siguiente manera: En vista de que los organismos deportivos no mueven un dedo, y ya que al parecer hasta finales de año el amaño de partidos no será tipificado como delito penal, creo que lo más acertado hasta esa fecha sería comprar los partidos. Así, tal como suena. Se habla con el equipo rival, se le pregunta cuánto cuestan los tres puntos, se les paga y se hace el paripé durante los noventa minutos como presuntamente hicieron algunos rivales del Hércules la pasada temporada. Si comprar al equipo completo sale muy caro se compra al portero y a un defensa o dos y listo. ¿Cuánto puede costar? ¿Cien mil? ¿Doscientos mil euros? Calderilla comparada con el jugoso contrato televisivo que se cobrará el próximo año en primera división. Si lo pensáis bien, de aquí a finales de año se disputarán 17 jornadas. Bien gestionadas, 17×3=51 puntos. Dejas el ascenso a punto de caramelo con más de una vuelta completa por delante. Te gastas una pasta pero la temporada siguiente cobras un pastón de televisión, estás en primera, recuperas la inversión y encima te sobran varios milloncejos.

El precedente creado con el tema Hércules abre la veda para que algo así pueda ocurrir. No pasa nada, ¿no? Este es el fútbol español, la liga donde juegan los campeones del Mundo. Como casi todo lo que pasa en este país, esto es un cachondeo y como nadie hace nada por evitarlo, mejor será que a esto juguemos todos, ¿no os parece?

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