Para sustituir a Jiménez suenan nombres como Laudrup/eldesmarque.com

Con escasas ocasiones y lento, fue un partido feo que terminó en horrible para el conjunto de Nervión. Tras siete jornadas sin ganar, al Sevilla le pasó lo peor: el empate en el descuento ante el último de la clasificación. El resultado precedió al cese de Manolo Jiménez como entrenador.

Sara Domínguez. Apuntaba a partido feo porque comenzaba con la desconfianza en el equipo, con el saber que la falta de reencuentro con la victoria iba terminar en mayores, tal y como ocurrió: Manolo Jiménez fue destituído. Y después de sumar ante el Xerez siete partidos sin ganar, perdiendo el tren a cuartos de la Champions la semana pasada ante el CSKA, tuvo que ser de la peor manera: con empate ante el colista y en el descuento, habiendo solo conseguido marcar con un gol de penalti. A esto, hay que sumar la acumulación de lesiones, que tienen concurridísima la enfermería sevillista. Hoy, dos más.

El Sevilla empezó, como las últimas veces, controlando el partido. No con un juego brillante precisamente, pero dominando. En la primera parte, con escasas ocasiones, destacó Adriano, que robaba balones, centraba e incluso tiraba sin éxito a portería. El Xerez conseguía crear cierto peligro solo a la contra, pero sus incursiones, la falta de gol sevillista y la lesión de Perotti en el minuto 25 pusieron tensión en la grada.

Si la poca brillantez se adereza con ocasiones clarísimas que no acaban en la red, el resultado es… sin resultado. Falló Renato en el minuto 32, que no remató un balón que se paseó solo por delante de la portería. En el 43 lo hizo Álvaro Negredo, mandando alto un balón que muy bien le había puesto su compañero Adriano desde el borde de la línea de fondo. Destacable otro jugador, Didier Zokora, a quien, por estar en todos y demostrar ser uno de los más implicados, la afición le ovacionó cuando, al filo del descanso, tuvo que marcharse lesionado. Otro.

La reanudación comenzaba con un nuevo fallo de Renato, con un disparo suyo que se fue rozando el larguero. El peligro que creaba el Xerez, amén de por un Orellana muy incisivo por la banda, llegaba por errores en la defensa sevillista, como el pase al rival que pone Stankevicius en el minuto 55. Fue Adriano quien tuvo que volver a aparecer y, ya que había hecho tanto, remató su noche: adentrándose peligrosamente rozando la cal del fondo, es derribado, lo que supone penalti. Fue Kanouté quien lo transformó, lo que permitió al malí reencontrarse con el gol.

Con esa jugada y con el cambio de Lolo sustiyendo a Romaric, empezaba a ponerse el partido aún peor. Para una vez que el medio consigue un suficiente tirando a bien, es cambiado por Lolo (de hecho, en los primeros minutos de partido pudo recoger un buen centro de Perotti que se le fue fuera). Con la grada contando ya con la victoria que disipase algunos fantasmas y el Xerez creando el justo peligro, llegó el gol para los de Gorosito. Y vino, como no, por una defensa que no estuvo bien, y en el descuento. Igual que ante el Real Madrid, aunque aquí se consiguió salvar un punto. Marca Leandro Gioda, para estupefacción de la grada blanquirroja y alegría de los aficiones del Xerez.

Fue lo mejor de la noche, por cierto. El triángulo visitante de la grada de Gol Sur se llenó de aficionados del conjunto azulino que, a lo largo de la noche, dieron señas de su hermanamiento con la afición sevillista. De hecho, terminó cantando (un poco también para subir el ánimo) aquello de «¡Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid!». Eso deber ser la grada siempre.

El gol de Gioda puso fin a la era Jiménez, ya que el entrenador fue destituido después del partido, como informaron desde el club. Del próximo entrenamiento se hará cargo Ramón Orellana, el preparador físico de la primera plantilla. Para el banquillo sevillista suenan nombres como Laudrup, Míchel o Luis Aragonés.

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