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Se estabiliza por fin el calendario para un Sevilla FC que desde comienzos de año no descansaba entre semana, acumulando un ritmo infernal de encuentros del que, sin embargo, ha salido vivo. El balance no puede ser más satisfactorio: cuarta plaza en Liga, con la tercera al alcance, en octavos de Champions y finalista de Copa del Rey.

Sevilla Actualidad. El partido que enfrentó este domingo al Sevilla con el Osasuna supuso el fin a un auténtico maratón de encuentros a los que ha tenido que hacerse frente el equipo de Manolo Jiménez desde la vuelta de la competición después del parón navideño.

Desde el 2 de enero, día en el que se reanudó la competición, hasta el pasado domingo ha pasado un mes y medio en el que el Sevilla ha disputado 13 partidos, dos por semana. Si analizamos las victorias y las derrotas el bagaje no parece muy bueno: seis triunfos por siete derrotas. Sin embargo las cosas cambian si hacemos el análisis de forma global.

Hay que tener en cuenta que tres derrotas de las siete han sido intrascendentes debido a que fueron en enfrentamientos coperos en los que el Sevilla terminó superando las respectivas eliminatorias. Precisamente en el torneo del KO, el Sevilla ha superado la parte del cuadro que en principio disputaban los rivales más fuertes. Así, han alcanzado la final de la Copa del Rey dejando en el camino al FC Barcelona, Deportivo de la Coruña y Getafe.

Por contra en liga el equipo se resintió. Las numerosas bajas por lesión, unido a las convocatorias por la Copa de África de Zokora y Kanouté, fueron los principales problemas. Todo lo bueno que fue enero con la Copa lo tuvo de malo en Liga en el arranque del nuevo año. Atlético de Madrid, Racing de Santander y FC Barcelona de forma consecutiva consiguieron vencer al Sevilla.

Sin embargo el aplastante triunfo copero del Sevilla en Riazor, unido a la progresiva recuperación de efectivos vino acompañado del resurgir liguero del equipo nervionense cuando peor se ponían las cosas clasificatoriamente ya que el Sevilla caía hasta la sexta plaza de la clasificación.

Los de Manolo Jiménez cortaron la racha de malos resultados que dejaban escapar los puntos del Ramón Sánchez Pizjuán. Almería, Valencia y Osasuna comprobaron de primera mano que la moral de los triunfos coperos podía más que el cansancio acumulado. Aunque en medio de estos partidos llegó la derrota en Zaragoza. Quizás por los numerosos cambios que introdujo Jiménez con la vuelta de la semifinal copera a la vuelta de la esquina.

Lo positivo de todo es que el Sevilla ha vuelto a entrar en una dinámica ganadora. El Ramón Sánchez Pizjuán vuelve a ser un feudo inquebrantable y posiblemente el equipo haya pasado el tramo más duro de competición con las opciones intactas en todas las competiciones. En Liga está de lleno en la pelea por la tercera plaza. En Liga de Campeones el CSKA de Moscú espera a un Sevilla ilusionado con alcanzar los cuartos de final. Y en Copa la final espera en el que podría ser el sexto título del Sevilla en los últimos cinco años. Sobran motivos para seguir soñando.

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