El resultado final deja cierta decepción en el Sánchez Pizjuán/SevillaFC

La defensa de los de Manolo Jiménez rayó a un nivel muy bajo y encajó dos goles decisivos en la primera parte. En la segunda parte, Negredo acortó distancias con un buen gol, pero el arreón final del Sevilla con encontró el merecido premio del empate. El Sevilla podría perder la tercera plaza mañana.

Ángel Espínola. El choque comenzó con poco ritmo. El Sevilla tenía un leve dominio, pero las jugadas de peligro no llegaban. En el minuto 12 quedaría claro la tónica defensiva del Sevilla a lo largo del partido: Gavilán entra con facilidad al área rojiblanca, centra y Soldado anta el primero ante la pasividad de la defensa.

Jarro de agua fría el que se llevó el equipo de Manolo Jiménez, que intentó reaccionar lo más pronto posible. Sin embargo, el centro del campo formado por los pulmones Romaric y Zokora, no terminaban de hacer circular la pelota. Y en ataque, Koné seguía demostrando no estar aún al nivel que se necesita en el Pizjuán.

Cuando el Sevilla parecía buscar el gol con más ímpetu, llegó la segunda decepción para la afición blanquirroja. Un fenomenal pase de Albín a la espalda de Sergio Sánchez acabó en el segundo de Soldado. El Getafe, sin mostrar un fútbol brillante, conseguía así una ventaja  radiante.

Con este resultado, el Sevilla intentó recortar distancias. Sobre todo con un Navas muy activo pero nada certero en el tiro. Finalmente, el pitido final de la primera parte llegó como un castigo a un equipo que defensivamente estaba jugando muy mal. El Gatefe, por su parte, sentía tener el partido sentenciado aún con 45 minutos por delante.

En la segunda parte, salió Negredo por el Sevilla, y el madrileño cambió el rumbo del partido. Tras una jugada peligrosa de Soldado, el Sevilla recortó distancias por medio del recién incorporado. Aprovechando un buen centro de Jesús Navas, Negredo anotó el primero de los nervionenses.

Aún quedaba tiempo para la remontada y el equipo de Manolo Jiménez se echó al ataque. Kanouté estuvo a punto de marcar en los siguientes minutos, en una jugada en la que sufrió un fuerte golpe en la cabeza con Mario. No obstante, el ritmo del partido fue decayendo poco a poco y el gol sevillista se alejaba.

Perotti falló una ocasión espléndida para empatar el partido, pero la cruzó mal cuando se quedaba sólo ante Codina. El Getafe, mientras, jugaba a paralizar el partido y mantener el resultado. Una estrategia defensiva cortada por jugadas aisladas de Soldado.
De ahí al final, el Sevilla continuó buscando el empate con todos sus efectivos.

Sin embargo, el gol del empate no llegó y el Sevilla acabó el último partido de 2009 con una dolorosa derrota que pone en peligro la tercera plaza. Tres puntos perdidos en casa que pueden echarse de menos a final de temporada. El Getafe, por su parte, se comerá el turrón más cerca de Europa.
 
 

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