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Llorente y Konoplyanka siguen sin dar el rendimiento que se les presupone como jugadores claves que habrían de ser dadas sus condiciones.

 El Sevilla FC, que logró poner pie en las semifinales de la Copa del Rey tras la victoria ayer en tierras castellano-leonesas ante el CD Mirandés (0-3), sigue viviendo un momento más que dulce. Y es que, pasado apenas el ecuador de competición, el conjunto sevillista encandena siete encuentros de manera consecutiva sin conocer la derrota- tres en liga y cuatro en Copa-.

Una racha más que positiva, si tenemos en cuenta que dos de los futbolistas llamados a liderar el equipo que dirige Unai Emery, con son Fernando Llorente y Yevhen Konoplyanka , siguen sin mostrar ni la cuarta parte de lo que, por valor de mercado o potencial, habrían de hacer.

El primero de ellos, llegó a la capital hispalense abanderado tras su grato paso por tierras vascas, en las que disputó un total de 310 partidos con la elástica bilbaína en los que conseguiría anotar la friolera cantidad de 105 goles, haciendo un bagaje pues de 0,33 goles por encuentro; así como de ser subcampeón de la UEFA Champions League este mismo año con la Juventus de Turín, equipo en el que, en las dos campañas que vestiría su camiseta, sería partícipe en 90 partidos, siendo 27 los tantos anotados por el pamplonés.

Unos números, que ni mucho menos llegan a la décima parte de lo ilustrado en Sevilla, que con 661 minutos disputados hasta la fecha en liga, distribuidos en 15 encuentros-en los que en sólo siete sería titular-, y sólo tres goles en su tanteador propio-curiosamente todos de cabeza-, hacen que sea aún paupérrima la imagen dibujada por el sevillismo, a pesar de haber contado con enésimas oportunidades por parte de Emery.

Por su parte, el extremo ucraniano, sigue un camino similar al del navarro pero algo más apaciguado, si tenemos en cuenta que llegara gratis. Un hecho, que no quita que el rendimiento del ex de Dnipro sea muchísimo menor que el que, por proyección y potencial, podría de ser capaz de atisbar en sus botas.

Y es que, el que fuera una de las sensaciones de la pasada edición de la Europa League, que le permitiera al conjunto ucraniano llegar a la final de ésta-en la que precisamente caerían ante los sevillanos-, a pesar de haber deleitado al respetable del Pizjuán con numerosas actuaciones destacadas, suma 17 partidos en lo que va de liga, siendo sólo en siete partícipe desde el inicio. De hecho, y para mayor desgracia, el natural de Kirovohrad no ha jugado ni un solo minuto en los dos últimos de ésta.

Un bajón de forma, “asociado” a la presencia de competición en el mes de enero, ya que el jugador estaba acostumbrado al parón presente en la liga ucraniana.