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Fiesta y disfrute, el Sevilla prorrogó el ambiente de gozo del pasado miércoles, cuando se alzó vencedor de la Europa League, a esta última jornada liguera en la que ha goleado sin despeinarse al Elche en un encuentro en el que ninguna de las partes se jugada nada.

El Sánchez Pizjuán cerca estuvo de completar aforo en una jornada en la que el resultado era lo de menos. Aun así, se agradeció los goles tras un partido de ritmo lento en el que la ausencia de intensidad propició incluso el aburrimiento.

Sin embargo, la grada no se aburrió en ningún momento, Biris y Gol Sur intercambiaban cánticos que pasaban de ensalzar a los campeones a pedir a cierto croata que no abandonara la ciudad de los incomparables atardeceres. Una auténtica lección de afición para aquellos futuros hinchas de corta edad que abundaban por los rincones de la ‘Bombonera’.

Conducido por el pasillo levantado por el conjunto ilicitano, el Sevilla saltaba al césped con caras más jóvenes y menos habituales pero recibidos con el mismo fervor que el once de gala. Saludos, fotos y un ‘Arrebato’ dirigiendo la tradicional oración blanquirroja previa al partido. La atmósfera era relajada y hasta el Elche se vio condicionado por ello.

En lo deportivo, el primer córner del partido sirvió para que el Sevilla abriese el marcador al término de una acción embarullada tras un remate desviado de Fazio que cazó Coke en el segundo palo y se la puso por delante a Iborra, quien empujó a la portería.

La primera parte del Elche se limitó en dos disparos desde el borde del área de Javi Flores y Javi Márquez, uno al final de la primera parte y otro al inicio de la segunda, bastante potentes pero demasiado centrados como para inquietar a Javi Varas.

Sin muchos aspavientos, el Sevilla amplió su ventaja en el marcador al cuarto de hora de la segunda parte, cuando Figueiras galopó por el carril derecho y centró por bajo a Jairo, que batió por bajo a Manu Herrera con un derechazo cruzado.

Si la fiesta estaba algo mermada por el sopor del césped, la actitud se volcó y las gargantas no dejaron de trabajar hasta el pitido final. En medio de la euforia, un contragolpe conducido por Reyes propició el tercer tanto sevillista, cuando el Elche ya había bajado definitivamente los brazos y los locales jugaban a placer bajo la batuta del canterano Cotán.

Iborra adelantó por el carril central al utrerano, quien le dio un formidable pase en vaselina a la espalda de la defensa, un regalo que el valenciano convirtió en su segundo gol de la noche.

En la última jugada del partido, hizo el Elche el último gol del campeonato por mediación de Boakye, quien remató a la red un pase de la muerte desde la izquierda de Rodrigues.

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Licenciada en Periodismo por la US. Sus primeros pasos fueron como reportera y locutora para los informativos locales. En prensa escrita sus informaciones se han seguido en Estadio Deportivo y en ElDeporteFemenino.com....