sfcmarib1

Un gol de Vrsic en el tiempo de descuento le dio emoción a un partido que el Sevilla tuvo controlado en todo momento. Aunque estuvo lejos de su mejor versión, el equipo de Emery lo dejó todo hecho con los goles de Reyes y Gameiro, que hacen que haya derbi en octavos de final.

Había cierta desconfianza por lo ocurrido en la Copa del Rey ante el Racing de Santander, pero esta vez todo salió como estaba previsto y el Sevilla jugará los octavos de final de la Europa League, tras vencer sin demasiados apuros a un poco incisivo Maribor en el Sánchez Pizjuán. Bien es cierto que hubo momentos de dudas, cuando un gol clasificaba a los eslovenos, pero un afortunado pero merecido tanto de Reyes, que fue a presionar al guardameta y obtuvo premio con el rebote, acabó con parte de la emoción.

Con el partido jugándose siempre en campo del Maribor, Gameiro volvió a encontrar premio con un tiro cruzado a la hora de juego. Con los visitantes tirando ya la toalla, no pasó demasiado, pero Vrsic acortó en el descuento en un fallo de marcaje, en la primera ocasión del rival. Por suerte no había tiempo para más y el Sevilla estará en la siguiente ronda, donde se las verá con el eterno rival.

El guión del partido quedó claro desde el primer momento. El Maribor no estaba dispuesto a arriesgar demasiado, y fue el conjunto nervionense el que se lanzó desde el inicio a la meta de Handanovic. Una dejada de Gameiro propició un disparo potente de Reyes que repelió Handanovic. Justo después era el propio utrerano el que obligó a lucirse al meta tras una bonita jugada. Habían pasado diez minutos y solo se jugaba en un área, pero sí que es cierto que un par de malos despejes sirvieron para que el Sevilla no se confiase, aunque sin peligro. Las ocasiones se sucedían siempre en la misma portería, pero siempre por arreones y sin la continuidad necesaria como para respirar del todo en la eliminatoria.

Por entonces la grada ya sabía que, de pasar, esperaba el derbi en octavos, pero los lanzamientos de Rakitic por encima del larguero no fueron suficientes para hacer el 1-0. El partido solo se podía romper en una acción aislada y esta llegó en un momento clave, a cuatro minutos del final. Balón que para Handanovic, que se dispone a sacar en largo ante la presión de Reyes. El utrerano encuentra premio a su carrera y el balón se estrella en su cuerpo, entrando sin oposición en la fortaleza eslovena.

Muy buen resultado para afrontar la segunda parte sin sobresaltos, y con Iborra por Pareja desde su inicio, lo que obligó a Carriço a bajar una vez más al centro de la defensa. No pasaba demasiado, y lo que pasó fue lo mejor posible. Balón largo escorado a la izquierda que recibe Gameiro en el pico del área, avanza y le pega cruzada imposible para Handanovic. Quedaba algo más de media hora por delante y todo parecía hecho. El Maribor fue el primero en bajar los brazos y el Sevilla no se quiso complicar, buscando la espalda de los zagueros rivales con Marin, que volvió a tener minutos. Nadie temía por el resultado… pero al final hubo sorpresa desagradable. En la única llegada visitante, un fallo de marca permitió a Vrsic rematar solo en el área pequeña y batir a Varas, que no había tenido que actuar en todo el juego. Por suerte fue una anécdota, porque ya no había tiempo material para más.

Ahora toca pensar en la Liga y en la visita de la Real Sociedad el domingo, pero con la eliminatoria más especial posible esperando en octavos. Dentro de 14 días tocará recibir al Betis en el Sánchez Pizjuán, con la vuelta una semana más tarde en Heliópolis.

www.SevillaActualidad.com