Encara Unai Emery los últimos dos partidos de la temporada con la intención de salvar la temporada con dos victorias que den al Sevilla la clasificación europea. Para eso deben fallarlo los rivales, pero el técnico vasco tiene claro que sólo deben pensar en ellos mismos.
“Las posibilidades están ahí. Nuestras opciones a día de hoy son por el séptimo puesto. Ganando, tendremos nuestras opciones. Luego ya miraremos. No vamos a mirar qué hace el Betis o el Getafe”, ha subrayado Emery que no quiere pensar en la sanción al Málaga ni en la conveniencia de la misma, puesto que respeta “todas las opiniones al respecto”.
Para alargar el sueño una semana más, Osasuna espera en el Reyno de Navarro para disputar el presumiblemente será uno de los partidos más duros de la temporada por todo lo que hay en juego: “Ganar en Pamplona es difícil, lo más difícil de todo lo tenemos nosotros, pero es un reto bonito. El martes ya estaban todas las entradas vendidas allí, saben que es su oportunidad, vuelcan todo en nuestro partido, pero para nosotros también es una oportunidad única”. El entrenador sevillista entiende que el partido será como “una guerra, en su sentido futbolístico”, debido a la rivalidad existente y a la importancia del duelo para ambos clubes.
Además será la última oportunidad para saldar con victoria la gran batalla de Emery como entrenador sevillista, la de los partidos fuera de casa: “Llevamos días pensando en esta oportunidad que tenemos. Fuera de casa no hemos conseguido dar la puntilla para acceder a los puestos de la Liga Europa, y todavía estamos en ello”, ha explicado.
Una de las trabas para salir exitoso podría ser las dudas sobre el futuro de muchos jugadores que podrían salir del Sevilla. Emery lo entiende como algo lógico que habla de la importancia del club y que para nada debe afectar a su rendimiento: “Es bueno que haya intereses de otros clubes, luego está el control para que los jugadores no se despiten. Puede haber despites, es lógico y normal, pero ellos están centrados”.