Perotti

Las dos caras del Sevilla son inexplicables. A las notables diferencias como local y visitante, este domingo se le añadió un nuevo capítulo. La desidia de la primera mitad ante el Valladolid contrastó con la intensidad de la segunda, en la que los de Emery merecieron la victoria.

Diego Perotti, uno de los principales activos de ese segundo periodo, ha lamentado este extraño contraste, aunque de alguna manera lo explica entendiendo a su equipo como un grupo necesitado de estímulos para dar lo mejor de sí y sacar ese orgullo, que tanto ha salido a relucir durante la previa de este encuentro.

“El problema es que nos cuesta mucho entrar en juego, necesitamos siempre que nos pinchen un poquito para mostrar el orgullo y las ganas que tenemos de ganar. No sé por qué nos pasa, es algo que deberíamos haber solucionarlo a tiempo, no lo hemos conseguido”, ha explicado en la radio oficial del club. De todas formas, el argentino se queda con lo positivo de la situación, porque las matemáticas mantienen el objetivo vivo. “A pesar de eso estamos ahí, con posibilidades matemáticas, pero las bolas se van acabando, los tiempos son menos y tenemos que aprovechar los partidos en casa”.

Esos estímulos que necesita el Sevilla, tal como dice Perotti, aparecen perennes en el Sánchez Pizjuán, donde la afición empuja al equipo, sin la necesidad de encontrarse con un gol en contra que obligue a la reacción. “Somos mucho más agresivos cuando tenemos nuestra gente a favor, cuando la hinchada aprieta uno se contagia, y quizá ése es el fallo, tenemos que saber que un partido sí y otro no, los vamos a tener. La realidad es que fuera de casa hemos sido un equipo muy malo y no hay excusa que valga. Sólo nos queda trabajar día a día, pero ya a estas alturas creo que es tarde para buscar una solución”.

Pese a la lógica de su planteamiento, sorprende como el extremo zurdo se resigna ante la negativa dinámica visitante, dejando entrever una confianza escasa para los partidos venideros. Sólo queda ganar en el Sánchez Pizjuán y esperar que la mejoría en el juego permita sacar algún punto en las salidas. “Como mínimo tenemos que ganar los tres partidos en casa, es fundamental sacar los nueve puntos de local, y después de visitante intentar sacar la máxima cantidad de puntos”.

Por encima de la ausencia de efectividad, la que verdaderamente condenó al Sevilla en Valladolid, el habilidoso centrocampista se queda con el gran número de ocasiones creadas, “lo importante es crear las situaciones, llegar al área rival”. Sólo falta el acierto. A eso se aferra este Sevilla, consciente de que si su juego mantiene el nivel de los últimos duelos, los goles acabarán llegando más tarde que pronto para acercar un objetivo todavía posible, aunque Perotti todavía no lo crea. “Es increíble que todavía tengamos oportunidad de llegar al objetivo”.

Por eso mismo, porque todavía es posible, el siguiente estímulo está ante el Español en el Sánchez Pizjuán, donde la segunda parte del Valladolid debe extenderse al partido completo, sin que los contratiempos obliguen al equipo a una contrarreloj, en la que la ansiedad vuelva a soterrar el gol y las opciones europeas del Sevilla.

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