Luuk De Jong durante la celebración del gol / SFC
Triunfo de mucha brega para el Sevilla FC, que se lleva el derbi en Heliópolis con goles de Ocampos y De Jong. Cuarta plaza antes del último parón liguero de 2019.

El Sevilla FC vuelve a tomar Heliópolis. Derbi de los de antes, con igualdad y más intensidad que fútbol, pero resultado de los que vienen predominando en los últimos años incluso en territorio verdiblanco. El Sevilla FC supo abrir la lata pronto con un gran gol de Ocampos y recibió un mazazo al borde del descanso con el empate de Loren. En la segunda parte le tocó empezar sufriendo, pero un pase con el certificado de calidad de Banega sirvió para que De Jong se estrenase en LaLiga por todo lo alto. Quedaba muchísimo y lo cierto es que no se vio a un Sevilla mandón para sentenciar, pero sí inteligente para que la ventaja no se le volviese a ir de las manos. Y es que los derbis no se juegan; los derbis, se ganan.

Pronto se deshizo ese respeto habitual en el inicio de los derbis. El tanteo se rompió con un intento lejano de Fekir tras un error en la entrega de Reguilón, aunque el francés no acertó con los tres palos desde una posición muy lejana. La respuesta sevillista la firmaba poco después De Jong, con un cabezazo orientado que adivinó Joel a centro desde la derecha. El Sevilla se fue creciendo poco a poco y Nolito la tuvo cumplido el minuto 10, pero el meta verdiblanco volvía adivinar abajo la intención del ataque sevillista.

No se había desnivelado la balanza tanto como para que el marcador mereciera decantarse, pero el Sevilla golpeó primero y se puso por delante antes de que se cumpliese el primer cuarto de hora. Balón al área que despeja como puede Mandi y que caza Ocampos, con un tiro potente que toca pero no puede despejar Joel Robles. Zarpazo de un Sevilla que supo sufrir el espoleo verdiblanco para volver a hacerse pronto con la situación. No sufrían de hecho los de Lopetegui, que sacaban réditos de los parones en el juego tras las faltas en uno y otro bando. Ocampos la había vuelto a tener poco después del 0-1, pero en la primera parte no hubo demasiados intentos más por ampliar el marcador.

Tampoco había avisado demasiado el Betis, pero en el psicológico minuto 44 iba a llegar el empate en una acción aislada. Centro desde la izquierda de Álex Moreno, cabezazo de Emerson que se queda corto y balón que se envenena. No llega Vaclík y no consigue anticiparse Koundé, que no puede evitar el potente remate de Loren para igualar la contienda. Incluso los locales pudieron remontar antes del intermedio con otra clara ocasión de Álex Moreno, pero Vaclík tuvo reflejos para despejar. Y tal y como acabó la primera parte empezó la segunda, con un Betis espoleado que no quería perder la inercia pese a los 15 minutos que habían transcurrido en ambos vestuarios.

Lopetegui quiso frenar las ansias de los de Rubi y no tardó en dar entrada a Franco Vázquez por Óliver Torres. Aún así el Betis se encontraba cómodo ante un Sevilla que no conseguía fluidez. Sin embargo, en este tipo de partidos la calidad individual es un grado y de eso va sobrado Éver Banega. Corría el diez de la reanudación cuando el argentino puso un pase por dentro para De Jong, que milimétricamente en línea con la zaga bética, controló y la puso junto al palo imposible para Joel. Gol con suspense y alegría contenida que acabó derramándose por la zona alta del graderío de Heliópolis.

Eso sí, quedaba todavía lo más difícil y el Betis, sin demasiado que perder, fue adelantando líneas con la entrada de Joaquín, Tello y Borja Iglesias. El Betis avisaba con posesión y algunos acercamientos, pero Vaclík se mostró muy seguro. De hecho, salvó a los suyos mediado el primer acto, tras un centro de Joaquín que remató solo Álex Moreno para lucimiento del checo. Lopetegui, por su parte, asentó al equipo con la salida de Gudelj y tuvo que retirar al lesionado Banega por Joan Jordán. Se fajó el Sevilla y se llevó el ascua a su sardina, con tres puntos de oro en un derbi que le aúpan a la zona Champions antes del último parón liguero de 2019.