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El Sevilla salió bien e hizo una primera parte intensa y corajuda, con oportunidades pero sin gol. El Madrid, todo lo contrario, hizo tres antes del descanso. La segunda parte fue larga y luctuosa.

Minuto 10. Di María habilita de maravilla a Cristiano Ronaldo, quien solo ante Varas no perdona. Minuto 14. Navas, el mejor de los de casa, se cuela hasta el fondo, pase de la muerte, Negredo no llega, pero sí Manu en el segundo palo, que con todo a favor ve cómo su remate lo despeja Iker Casillas con una parada de las que marcan estilo y el balón se va al palo. El mismo peligro con distinto final. El Madrid, todo eficacia. El Sevilla, sin gol, sin tino, sin triunfo… y goleado. 

Cualquiera que viera el marcador al descanso, con un inverosímil 0-3, pensaría que el Madrid había impartido un recital. Pero no, no fue así. El Sevilla salió mejor. El equipo, jugando con el ya establecido 4-1-4-1 se comió a su contrario, lo metió en su campo y, aunque a balón parado, puso cerco a Casillas con mucho empuje y tesón. Ese bullir local lo enfrió el primer gol blanco. No bajaron los brazos los andaluces, sin embargo. Llegó la ocasión de Manu, el paradón de Casillas y unos minutos intensos de los andaluces, que se creyeron el empate y lo buscaron con convicción.

Sin embargo, el Madrid se zampó la ilusión de un plumazo en el 37, con otra jugada aislada que transformó Callejón. Demasiado castigo para los locales, demasiada contundencia, excepcional contundencia, la de los visitantes. Y cuatro minutos más tarde Ronaldo se saca un trallazo que limpia de telarañas la escuadra de Varas. 0-3 con muy poquito, lo que da prueba de la superioridad manifiesta del conjunto merengue que a día de hoy no tiene quien le tosa, excepción hecha del otro coloso, el FC Barcelona.

Aún así, antes del descanso Pepe fue expulsado tras agredir a Negredo. Ahí se abría un enjuto orificio para el optimismo de los más optimistas… porque visto lo visto poco se podía esperar de este encuentro. En la reanudación, con Kanouté en el campo en sustitución de Trochowski, el equipo tuvo diez buenos primeros minutos. El malí, muy inspirado, dio sentido al ataque y ocasiones hubo para engancharse al choque. Rakitic tuvo una muy clara, Medel lo intentó desde lejos… pero Di María sentenció a la contra.

Lo que llegó después fue el epitafio de un partido lacerante que feneció en el mismo momento en que el argentino hizo el cuarto, por más que ya desde el primer tiempo venía agonizando. Navas redujo distancias, Del Moral se fue a la calle, el Madrid se puso 1-6 y Negredo dignificó algo un resultado que premió la suma efectividad merengue y castigó duramente a un equipo que acabó roto en el campo, desecho por tanta aflicción.

A menor escala, el Sevilla padeció del mismo mal que en Valencia ante el Levante: la falta de acierto en los metros finales. Obviamente, ante el Madrid no se puede perdonar, perdonar implica condena. La primera parte no fue mala, ni mucho menos, pero los de Mourinho en los metros finales fueron excesivos, descomunales.

Crónica facilitada por el servicio de prensa del Sevilla FC.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...