De nuevo, tocará apelar al espíritu de Nerviónsevillafc

El conjunto de Nervión volvió a arrastrar errores defensivos a los que achacar la derrota. Los cambios en el segundo tiempo le hicieron mejorar pero, aunque la buscó, no consiguió el empate.

El partido comenzó con un Hannover muy bien plantado en el campo, ejerciendo mucha presión y aprovechando las pérdidas de balón del Sevilla, que se producían. Los de Marcelino parecían nerviosos, y si sumamos las desaplicaciones defensivas, el resultado es 1-0 a los cinco minutos de partido. Marcó Schlaudraff, solo ante Palop, tras un mal despeje de Spahic. El meta valenciano también pudo hacer más.

Los alemanes planteaban un partido muy físico, con contras envenenadas. Tuvo más ocasiones en los siguientes minutos, incluso una clara, salvada por Palop, que pudo suponer el 2-0. Pero, para beneplácito sevillista, el que apareció fue Kanouté. En la jugada del gol del malí, también tuvo alta dosis de participación Negredo, que la cedió al africano para que este rematase a las mallas. El vallecano, por cierto, ya había avisado estallando un balón en el palo.

Poco duró la algarabía sevillista. De nuevo, las malas tareas defensivas propiciaron el segundo de Schlaudraff, e hicieron que la ejecución de la jugada incluso pareciese fácil. No le quitemos méritos, porque fue un golazo. Y vino en esos minutos que afectan más psicológicamente, al filo del descanso. El Sevilla se marchaba a los vestuarios, con la sensación de que le tocaba mover ficha a Marcelino. Y es que, a la zaga, se sumaba la escasa aportación de la medular. Fazio sigue sin encontrarse. En la banda izquierda, Armenteros, titular en pretemporada, tampoco estaba muy participativo.

Con la reanudación, Perotti entra el campo por el canterano y, poco después, Medel, que aportó más, sustituye al desacertado Fazio. En esta segunda mitad el Sevilla mejoró. El juego se cargó a las bandas, desde donde Perotti y Navas (ninguno de los dos ha hecho un sobresaliente partido) centraban balones al área que ni Kanouté ni Negredo conseguían enviar a la portería alemana. Tampoco Manu del Moral, que también la  tuvo, y que había salido en sustitución del vallecano. El Sevilla intentó, sin mucho éxito, asediar el área rival. Y así, buscándola, murió el partido, con un 2-1.

Que el resultado no es tan malo y que el Sevilla puede remontar en casa, con su público a favor, sí. Pero el aficionado sevillista hoy esperaba más. Al menos, que no se repitiese el guión de la pasada temporada, porque cambios se han hecho para que no sea así. ¿Poco rodaje? ¿Primer partido? ¿Pronto para valoraciones? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es el que el equipo ha comenzado ya su periplo de finales, y la de hoy es una de las más importantes de la temporada, por lo que supone para el club económica y deportivamente. El partido ante el Braga también era remontable.

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