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Aunque el equipo sevillista logró marcharse al descanso con el 0-2 en el marcador, la segunda parte fue de absoluto dominio navarro.

El Sevilla dio dos imágenes extremas en el Reyno de Navarra y acabó quemándose en el tramo final del choque después de tentar en exceso a la suerte. Los de Manzano salieron con ambición, arrinconaron a Osasuna en los primeros compases a base de un dominio aplastante y se fueron al descanso con un claro 0-2. Pero en la reanudación Osasuna acortó distancias muy pronto, se volcó con fe en el campo de los hispalenses y acabó encontrando premio en un tramo final despiadado para un Sevilla que no supo aprovechar los espacios que dejaban los navarros en sus embestidas ni tampoco parar el frenético impulso rojillo.

Quien juega con fuego se acaba quemando. Es un refrán que encierra una gran verdad. El Sevilla se achicharró en Pamplona cuando lo tenía todo a favor. En el primer cuarto de hora del partido los de Manzano tenían casi un 70% de la posesión. El inicio de los andaluces fue excepcional, con Kanouté sumando entre líneas y Negredo frotando su lámpara de ideas, pero sobre todo notándose mucho la presencia de Fazio en el centro del campo. Al equipo se le veía suelto y por eso nadie se extrañó cuando en el 25 Negredo hizo el 0-1 con un cabezazo espléndido tras un centro de Perotti.

El tanto dio aún más alas a un Sevilla que creía en lo que hacía, hilvanando posiblemente de los mejores minutos de la temporada, aunque Osasuna también alzaba la voz y Javi Varas tenía que lucirse con un paradón sensacional. Pero el Sevilla era el que llevaba el mando. Negredo de nuevo volvía a gritar gol, después de aprovechar un centro envenenado de Perotti que dio en la cruceta. El madrileño estaba inmenso, le salía todo, lo mismo en defensa, que en el centro del campo que dando un pase largo magnífico a Acosta, que el argentino desaprovechaba al encarar en posición franca a su par.

Los últimos minutos del primer tiempo, no obstante, dejaron ver cierta relajación en el equipo. Osasuna se marchó al descanso creyendo en la hazaña y salió en el segundo tiempo con la misma idea. Tan sólo un minuto necesitó para hacer acortar distancias después de que Camuñas se colara hasta dentro y Kike Sola ajusticiara a placer. El gol debería haber despertado al Sevilla, pero los nervionenses no reaccionaron. Con lo que tiene, que tampoco es mucho, Osasuna metió en su área al Sevilla, con el Sadar totalmente entregado. El equipo apenas atacaba, el choque era un frontón con Varas como pared sacando todo lo que le llegaba al arco. La lesión de Fazio supuso un nuevo revés, porque el argentino, por arriba, sostenía bastante al equipo.

Pasaban los minutos y el Sevilla resistía gracias a los reflejos de Varas. Al Sevilla el balón le quemaba en los pies, era incapaz de salir a la contra. Pero el tiempo jugaba a favor, al menos hasta el tramo final del choque. La tragedia llamó a la puerta en el minuto 42. Sola aprovechó un espacio, pisó área y batió a Varas. Parecía que ya nada podía ir peor, después de tener el partido ganado, pero otra vez por la izquierda Camuñas se metió hasta dentro y se la sirvió en bandeja a Lekik, que no tuvo piedad. Fruto de los nervios Medel vio la segunda amarilla, causando baja para el domingo, donde tampoco estará Zokora por segunda amarilla… El castigo fue duro, pero no inesperado, porque la segunda parte del Sevilla fue un monologo local sin replica visitante.

Fuente: Sevilla FC

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...