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En este mismo instante, Javier ayuda a conectar por WiFi una radio comunitaria que emite para nuestra localidad. Mientras, Yimbo repasa como se quedó su cartilla de moneda social tras el «mercapuma» del sábado.

Desde La Alameda, a la sombrita, Juan y Antonio imaginan una cooperativa como solución para compartir libros de texto, y David sigue esperando audiencia de Susana Díaz para presentarle las recomendaciones al Anteproyecto de Ley de Transparencia de su grupo ciudadano. Todos viven en Sevilla, todos forman una red.

Quizás aun no lo sepas, pero está ocurriendo al lado de tu casa: Sevilla bulle de actividad social transformadora. Mientras una parte de la ciudadanía quedó bloqueada en un circuito cerrado de indignación -como a la espera de algún nuevo mesías político– desde las plataformas, colectivos o grupos ciudadanos se está haciendo política sin partidos, se proveen servicios comunes al margen de las instituciones y se producen intercambios de productos o servicios sin el dinero de curso forzoso. No se trata de una utopía perroflauta, sino de satisfacer necesidades donde las actuales instituciones demostraron ser lentas, ineficientes y más preocupadas de su sostenimiento que de dotarnos de los servicios por los cuales fueron concebidas. No se trata de nuevos derechos, sino de conquistarle a estos gobiernos laissez-faire aquella democracia que ya dábamos por sentada. No se trata del porvenir, sino del porhacer.

Esta pretendida regeneración democrática sólo se concibe sobre el cimiento de una ciudadanía crítica e independiente, participativa y vigilante. Aunque parezca un reto a medio plazo, esta vez contamos con un poderoso catalizador: las redes. Internet está propiciando el desarrollo de herramientas y metodologías que hacen más sencillo la elaboración de consensos y toma de decisiones entre multitudes, de forma simultánea y asíncrona. Internet aumenta la participación -lo que ocurre en las redes se traslada a los espacios presenciales y viceversa- y también ayuda a reconciliar la participación con la vida familiar -lo que ocurre en los espacios presenciales puede ser debatido más tarde-. Es la vía de la tecnopolítica: uso táctico y estratégico de las herramientas digitales para la organización, comunicación y acción colectiva.

Desde esta columna, y en adelante, procuraré acercar en qué forma los sevillanos nos estamos empoderando políticamente gracias a herramientas digitales que usamos a diario, y muestra de ello la iniciativa que lanzamos desde Sevilla Actualidad como presentación en esta nueva temporada: Presupuestos Sevilla 2013.

Os animamos a transcribir, entre todos, los presupuestos 2013 de Ingresos y Gastos del Ayuntamiento a una hoja de cálculo, a fin de poder hacer más comprensivos los datos económicos de nuestra ciudad. Como resultado, desde OpenKratio se han comprometido a realizar un pack de visualizaciones para hacer más comprensiva y accesible este tipo de información a todos.

¡Participa! Bienvenido a la ciudadanía digital.

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