Uno de los mejores conservados en la provincia, es el casco histórico de Utrera

Esta propuesta pretende dar respuesta integral a la protección y puesta en valor de la excepcional pieza urbana que constituye el casco antiguo del municipio. Además, se procuran solventar determinadas carencias como son la falta de equipamientos, zonas verdes o espacios libres.

>>> Hace unos seis años que la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Delegación Provincial de Cultura planteó un complejo trabajo de ordenación urbana que involucraba al centro histórico del municipio sevillano, uno de los más antiguos y de mayor valor histórico de toda la provincia de Sevilla. Así, desde el Ayuntamiento, se planteó la necesidad de redactar un Plan Especial de Protección  para  la ciudad, puesto que su Conjunto Histórico había sido declarado por el Decreto de 5 de marzo de 2002, Bien de  Interés Cultural.

La redacción del documento ha corrido a cargo de un equipo de reconocido  prestigio coordinado por el arquitecto Fernando Mendoza, director del equipo, los arqueólogos Fernando Amores y Pedro Pérez Quesada, así como la colaboración de otras administraciones, que han contado  con varios representantes de la Consejería de Cultura y Obras  Públicas y Urbanismo. Además de incorporar determinadas carencias que tenía el Conjunto Histórico, se va a procurar una conservación mayor de aquellos elementos singulares, como son los molinos y los restos de la cerca de la muralla. Asimismo, otros  serán recuperados para equipamiento o expansión urbanística por su adecuada configuración espacial o valores medioambientales.

Por otro lado, se prevé una adecuada protección arqueológica y se proponen interesantes actuaciones como recuperación  de parte del viario histórico, tratamientos de entornos de Bien de Interés Cultural y recuperación de edificios históricos para la ciudad, como la Casa del Conde la Maza para biblioteca, el Palacio de los Cuadra para Museo de la Ciudad o el Castillo. Para este último edificio se adquirirán y demolerán varias viviendas para abrir hacia la plaza de Santa Ana y avenida de Fernanda y Bernarda, y  un parque de borde y escalinatas  hacia la fortaleza,  mejorando las entradas existentes y ampliando el uso del monumento.