Agentes de la Policía Nacional / Archivo SA

Detenidas dos personas por un presunto delito de estafa continuado al engañar a compradores de consolas y videojuegos en una conocida red social.

Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas, por un presunto delito continuado de estafa continuado relacionado con la venta de videojuegos y consolas de entretenimiento a través de una conocida red social. El operativo policial se ha llevado a cabo por la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Local de Dos hermanas.

Según ha informado la Policía, las investigaciones comenzaron hace dos meses, cuando la Policía Nacional recibió una denuncia de una posible estafa realizada a través de una web especializada en compraventas. La víctima manifestó que, tras contactar con el anunciante mediante una conocida red social a través del número de teléfono que figuraba en el anuncio, realizó una transferencia por un importe de 30 euros para adquirir un videojuego. Al no recibir el producto la víctima intentó contactar con el anunciante, resultándole imposible ya que el anuncio había sido eliminado y el perfil al que escribir había sido bloqueado.

Los dos detenidos desempeñaban roles bien definidos, uno se encargaba de publicar los anuncios en las distintas páginas de compra venta a través de Internet, mientras que el otro contactaba con las víctimas a través de una aplicación de mensajería. Para evitar su identificación y detención, crearon distintas cuentas virtuales en las principales plataformas de compraventa online, cancelando las mismas una vez recibidos los pagos.

La Policía averiguó la existencia de un total de nueve denuncias, una de ellas en la localidad de Dos Hermanas y el resto en distintos puntos de España. Los investigadores consiguieron determinar  un ‘modus operandi’ similar en todas las denuncias, que consistía  ofrecer a través de una página de anuncios de compraventa muy conocida productos relacionados con videojuegos y videoconsolas. Una vez establecido contacto, fijaban los precios de los productos entre los 25 y 120 euros, muy por debajo del precio de mercado, lo que atraía a posibles clientes. En el momento en que las víctimas realizaban la transferencia, quedaban a la espera de los productos y transcurrido un tiempo y tras intentar establecer contacto con los ahora detenidos, se percataban entonces de que podrían haber sido víctimas de una estafa.