Aunque vivimos en una sociedad en la que cada vez tiene más importancia la igualdad y donde la paridad está presente en la formación de la mayoría de los gobiernos del país, siguen existiendo delitos de odio en las distintas provincias de España.
Los delitos de odio pueden afectar a cualquier persona, ya que se definen como aquellas conductas que presentan elementos motivadores tales como el odio o la discriminación. En algunos de los casos se pueden referir a las expresiones de hostilidad, el menosprecio, la humillación o el descrédito, que son identificados con incidentes relacionados con delitos de odio.
Si nos centramos en los datos nacionales, vemos que los incidentes relacionados con el racismo o la xenofobia ocupan la primera posición del ranking, seguidos de aquellos relacionados con la discapacidad o la ideología, que suman el 91,75% del total de hechos conocidos, según los datos del Informe sobre la evolución de los incidentes relacionados con delitos de odio en España, elaborado por el Ministerio de Interior. Sin embargo, a pesar de que se mantienen en los primeros puestos, se aprecia un descanso en relación a los datos de 2015, mientras que hay otros casos en los que aumenta el número de delitos de odio a nivel nacional, especialmente aquellos relacionados con la discapacidad, la orientación e identidad sexual o la discriminación por sexo o género, que aumentan en 2016 con respecto a las cifras recogidas en 2015 por el Ministerio de Interior.
En el caso de la provincia de Sevilla, los datos de 2016 revelan que se trata de la tercera provincia en España con mayor número de delitos contra personas con discapacidad, subiendo un puesto en relación a las cifra de 2015. Otro aspecto relevante es que esta provincia aparece en quinto lugar como una de las más afectadas por este tipo de delitos.
Las cifras totales del informe reflejan que la provincia de Sevilla acumuló en 2016 un total de 38 delitos de odio, de ellos, el 42,1% fueron contra personas que presentaban algún tipo de discapacidad, un total de 16. En relación a los delitos de odio relacionados con la orientación o la identidad sexual, encontramos un total de 8, los mismos que de racismo o xenofobia, lo que supondría un 21,05% cada uno de ellos, seguidos de los relacionados con la ideología, un total de 3, que suponen un total de 7,9%, la discriminación por razón de sexo o género (2, que sería el 5,3%) y los relacionados con las creencias o prácticas religiosas (1, que supondría el 2,6% restante).
Estos datos sitúan a Sevilla como la provincia andaluza con mayor número de delitos de odio contra colectivos con discapacidad. En este sentido, el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de Andalucía (CERMI-Andalucía), una de las principales plataformas vinculadas a la discapacidad en la comunidad andaluza, pide más “contundencia y recursos” para reducir estas cifras.
A través de un comunicado, CERMI-Andalucía manifiesta su apoyo a las víctimas y las anima a denunciar las agresiones y pedir ayuda ante estas acciones que “merecen toda reprobación”. En ese mismo documento, el comité insta a las víctimas a no tener miedo a las posibles represalias tras interponer las denuncias, ya que en muchas ocasiones existe un vínculo entre la víctima y el agresor que complica la situación y hace más difícil dar el paso de denunciar.
Los representantes de personas con discapacidad del CERMI solicitan que se faciliten herramientas, medios y toda la información disponible que facilite la denuncia de este tipo de delitos a este colectivo. También reclaman una mayor atención a la formación de los profesionales que se especializan en el acompañamiento de las víctimas con discapacidad para ofrecer el mejor asesoramiento ante situaciones difíciles.
Por su parte, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han realizado un total de 20 detenciones o casos investigados por incidentes relacionados con delitos de odio en la provincia de Sevilla, lo que la sitúa en sexta posición a nivel nacional.
