arco-san-miguel-muro-anexo

El Arco de San Miguel, que forma parte de la muralla del Castillo de Alcalá, declarada BIC en 1985, cuenta con una nueva construcción anexa de unos dos metros que actúa como fachada de un nuevo negocio en la zona. El solar fue previamente expropiado por lindar con la muralla.

El Arco alcalareño de San Miguel cuenta desde hace poco con una nueva extensión artificial: un muro de unos dos metros de altura edificado para actuar como fachada de un nuevo negocio de restauración en la zona del Castillo. La imagen fue advertida por vecinos de Alcalá de Guadaíra que en redes sociales mostraron su sorpresa por la existencia de un muro de nueva construcción que linda directamente con este elemento patrimonial alcalareño recientemente restaurado.

El arco de San Miguel, que data de entre los siglos XIII-XV, forma parte del Bien de Interés Cultural (BIC) Castillo de Alcalá, por lo que se trata de un elemento protegido desde 1985. Esta categoría especial supone que las administraciones competentes –en este caso, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Alcalá- son las que tienen que conceder las autorizaciones para cualquier obra que afecte al inmueble.

Según fuentes municipales consultadas por esta redacción, el muro actúa como fachada de un nuevo negocio de restauración y ocio impulsado y promovido por un empresario local con una subvención del Plan Urban autorizada por el Ayuntamiento alcalareño. El propio empresario ha señalado que dicha construcción cuenta con “todos los permisos legales” concedidos por las administraciones y desde el Consistorio se asegura “no tener constancia” de lo contrario.

De hecho, el empresario ha reconocido a esta redacción que su intención es abrir su negocio –una taberna – “a finales de septiembre o principios de octubre”. Actualmente, las obras están paralizadas a la espera de una segunda licencia que tiene que conceder la Junta pero que, en cualquier caso, no afectaría al muro ya construido.

“Patrimonio autorizó el derribo y el levantamiento del nuevo muro. E incluso, pese a tener los permisos, redujimos la altura del muro por recomendación de los arquitectos”, ha señalado a Sevilla Actualidad el propietario del negocio.

El antiguo Arco constituye la principal vía de entrada al arrabal que se extiende por la ladera meridional del cerro del Castillo. Terminó su rehabilitación en abril de este año, después de un proyecto de 100.000 euros que tardó varios meses.

Como consecuencia de esta rehabilitación, también se produjeron expropiaciones forzosas en algunas de las propiedades colindantes. Ante esta obra, algunos de estos vecinos sí han expresado su malestar porque afirman que se les denegó la reforma de su vivienda por estar anexa al arco y a la muralla sin posibilidad de negociación.

El empresario, por su parte, ha defendido su proyecto pasa por revitalizar la zona respetando los elementos arquitectónicos y patrimoniales puesto que «el Arco permanece intacto». Al tiempo, ha reclamado más iniciativas de ocio y restauración en el Castillo que ayuden a impulsar el turismo y la economía local.

Nació en Sevilla y pronto supo que lo suyo sería la comunicación. Es licenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla y Máster en Marketing Digital por la Universidad de Málaga. Especialista...