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Gutiérrez Limones buscó apoyos en la oposición para asegurar su mayoría absoluta

La concejal socialista en el Ayuntamiento de Alcalá, Laura Ballesteros, ha explicado que detrás rectificación a salir del PSOE está la promesa de “cambiar las cosas desde dentro” y afirma que volverá a salir del partido si “en un mes o dos” no se cumplen los cambios acordados.

“No iba de farol, pero no me creyeron”. Con estas palabras ha resumido Laura Ballesteros, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira, la situación que ha vivido en las últimas horas cuando presentó la baja del partido -y se deshizo horas después-, con la que puso en jaque por unas horas la mayoría absoluta que el alcalde, Antonio Gutiérrez Limones, mantiene en la localidad desde hace 24 años.

La concejal socialista ha explicado su decisión de salir del partido y del Grupo municipal socialista se ha debido a “discordancias internas tanto a nivel de partido como de gobierno” y justifica su baja del partido en la “coherencia ideológica y la responsabilidad” ya que no comparte algunas de las actuaciones del partido y del Grupo municipal. La decisión de Ballesteros ha sacado a la luz la corriente crítica que existe dentro del propio PSOE contra la gestión de Gutiérrez Limones, ya que la edil cuenta con otros apoyos –entre los que están el delegado de Turismo, José Manuel Rodríguez- que abogan por impulsar una renovación en el partido y la gestión municipal desde la base.

Ballesteros asegura que sus diferencias con la forma de gobierno del PSOE vienen “de mucho tiempo atrás” aunque no ha sido hasta ahora, al constatar que, pese a las continuas conversaciones mantenidas con la dirección “no había intención de cambio”, cuando decidió salir del partido. De este modo, el 2 de mayo inició la baja del Partido Socialista –que ha quedado suspendida- y el pasado lunes hizo constar su petición para ser concejal no adscrita en el Consistorio alcalareño. Según la edil, hasta este momento, el PSOE no le creyó y fue entonces cuando el partido activó los mecanismos para frenar su salida, ofreciéndole acuerdos para “cambiar las cosas desde dentro”.

A raíz de unas conversaciones producidas en la mañana del martes con miembros del PSOE local y provincial, Ballesteros rectificó y anunció que permanecía en su partida. Según ha explicado, la rectificación de su salida se ha debido a que el PSOE de Alcalá ha accedido a impulsar cambios “a nivel de partido y a nivel de gobierno” y ha negado que detrás de su marcha atrás haya promesas de mayores cargos políticos o salarios sustanciosos, toda vez que se trata de una concejal sin dedicación exclusiva (no liberada) que carece de sueldo municipal y sólo recibe una asignación de 350 euros por asistencia a los plenos.

“Quería dar (al partido) una última oportunidad” ha manifestado la concejal, que se ha mostrado confiada en las promesas del secretario general del PSOE de Alcalá, Rafael Chacón de acceder a los cambios que propone la edil. Ballesteros reclama, de inicio, “más diálogo, más información y más participación” de los implicados en la toma de decisiones municipales -cabe recordar que Ballesteros llegó a ser portavoz municipal pero ha ido perdiendo protagonismo en las decisiones-, aspectos en los que la dirección del PSOE, con el alcalde a la cabeza, habría mostrado en estos últimos días su “buena disposición”.  

A partir de aquí, la edil quiere impulsar cambios en cuestiones de “gestión municipal” que aún está debatiendo con el PSOE a cuyos dirigentes que ha planteado una serie de “temas innegociables” que deben ser “trabajados de otra forma”. Aunque no ha querido hacer públicos estos temas, Ballesteros afirma que se hay “problemas de base” en el partido y, sin entrar en más detalles, ha reclamado cambios ideológicos, organizativos e incluso “de personas”, con los que pretende mejorar la gestión municipal y del partido.

La edil socialista reconoce que con su marcha atrás ha perdido “credibilidad” y le está suponiendo “un desgaste personal importante” pero califica de “necesaria” esta “tregua” para darle la oportunidad al partido, del que es concejal desde 1999, de impulsar una serie de reformas internas toda vez que subraya que su decisión de continuar como concejal del PSOE “no es una carta blanca”.

 “Mi intención no ha sido destrozar el PSOE”, reconoce Ballesteros que admite que tendría un mayor margen de maniobra desde la bancada de la oposición pero que ha confiado en la promesa de renovación hecha por parte de la cúpula del partido. Asimismo, la edil matiza que su salida del partido está suspendida de forma “temporal” ya que su continuidad en el Partido Socialista y en el Gobierno de Gutiérrez Limones está condicionada al cumplimiento de estos cambios de forma “más o menos inminente”.

Aunque no se ha fijado un plazo exacto y dice ser “flexible” en el lapso temporal, puesto que hay cuestiones cuyas modificaciones podrían dilatarse en el tiempo, Ballesteros afirma que han acordado iniciar cambios sensatos de forma inmediata hasta el punto de que “si en uno o dos meses no se producen cambios, yo presentaré mi baja irrevocable del partido y pasaré a ser concejal no adscrita”, ha enfatizado.

Respecto al expediente informativo iniciado por la dirección del PSOE tanto a ella como al delegado de Turismo, José Manuel Rodríguez, Ballesteros ha aclarado que el expediente informativo abierto para aclarar las causas de su incomparecencia –que en ningún caso supondría medidas disciplinarias- “no se ha llevado a cabo” y explica que su falta fue “justificada por enfermedad”, desmarcándose de las informaciones que atribuían su ausencia a una causa premeditada.

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Nació en Sevilla y pronto supo que lo suyo sería la comunicación. Es licenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla y Máster en Marketing Digital por la Universidad de Málaga. Especialista...