Burkina Faso
Imagen de Burkina Faso/SA

El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra aprobará en el pleno de junio un hermanamiento entre las dos ciudades. El proyecto, iniciado por una asociación alcalareña de percusión, consistirá en la construcción de una Casa de la Música y la Danza Tradicional, en la ciudad burkinave de Fada N´Gourma. En ella se llevarán a cabo actividades para preservar el patrimonio cultural del país africano.

Ángel Espínola. Alcalá de Guadaíra y Burkina Faso. El norte rico y civilizado y el sur subdesarrollado. Dos realidades muy distintas que buscan ahora un lazo de unión. Mediante el engranaje más universal para unir culturas, el de la música. El Ayuntamiento alcalareño, se hermana así con el país africano, a petición de la Asociación Tierra Percusión, y su homónima en Fada N’Gourma, ciudad de Burkina con la que se establece el hermanamiento.

Una asociación que difunde una enseñanza abierta y gratuita a través de la música de las diferentes etnias, tanto africanas, como brasileñas o dominicanas. El problema que justifica el acercamiento de dos ciudades tan dispares, es el de la cultura. Pues en Burkina Faso tanto la historia como los conocimientos se transmiten por vía oral de generación a generación.

Y por supuesto, la música es el mejor canal para conducir esa cultura popular, en algunos casos, en peligro de desaparición. Así, la ciudad burkinave, que realiza un proceso de apertura  turística, cultural y de comunicación, necesita de una cooperación occidental que ayude a fomentar la música como portadora de una historia y una cultura, y no como simple  actividad de ocio.

Entre tantas ciudades, la cooperación llega de la mano de Alcalá. Y lo hace por la tradición musical que siempre tuvo la ciudad panadera. Siendo la cuna de la soleá en el flamenco, de la mano de Joaquín el de la Paula, y un cruce de caminos para los viajeros que propició todo tipo de intercambios musicales.

El hermanamiento aún ha de aprobarse en el pleno de junio, pero la propia alcaldía ve con buenos ojos este programa, pues tendrá “beneficio sociales, económicos y culturales para las dos ciudades”.

Concretamente el consistorio alcalareño apoyará la construcción de un edificio social en Fada, región del Este de Burkina conocida como ‘El Gulmú’. En el que se instalará la Casa de la Música y la Danza Tradicional, a fin de preservar el patrimonio musical de los africanos, y con ello, su propia cultura.

Preservar una tradición ancestral

El ayuntamiento de Fada ya ha cedido los terrenos, y el proyecto estará asesorado  por la Sociedad para la Promoción de la Cultura Africana. En el edifico, se transcribirán las historias musicales en pentagramas, se recopilarán instrumentos musicales y se realizarán talleres para los jóvenes de la zona, como forma de colaborar en el mantenimiento de su tradición más ancestral.

Más adelante el proyecto contemplaría algunos otros edificios para fomentar la colaboración entre la cultura africana y la andaluza dentro del hermanamiento. De cara a  crear líneas de intercambio musical entre las dos ciudades, investigar sobre el folklore musical africano  o la creación de nuevos grupos en la ciudad burkinave.

En este sentido, la delegada de Juventud y Cooperación del Ayuntamiento alcalareño, Elena Álvarez Oliveros, ha llamado la atención al asegurar que ésta no es una propuesta de desarrollo cultural y social de la ciudad africana, sino un proyecto “para preservar la música de Burkina Faso”.

Es así como la música une a dos ciudades tan distintas, con una misma tradición, la de enamorar con sus ritmos los oídos de los viajeros. Alcalá permitirá que la historia de Burkina Faso no caiga en el olvido y que su cultura se preserve más allá de sus precarias fronteras. Todo ello gracias a la música. Nexo universal, transmisora de conocimientos, de amistad, de hermandad entre los pueblos.

Es un mínimo paso para ayudar al continente negro. Un ínfimo rescate de los africanos, obra de una Ordenanza Municipal que así lo estipula. Pero hará que en Fada se siga oyendo el  tama, un tambor parlante que imita las frases de una conversación africana, por mucho tiempo. Un vehículo necesario para la transmisión de una cultura, la burkinave.

Burkina, país de la música

Burkina Faso es un país con unos 14 millones de habitantes divididos en multitud de etnias. Destacando entre ellas los mossi, por ser la mayoritaria. Es considerado uno de los países más pobres del mundo. Donde la mayoría de la economía se basa en una agricultura de subsistencia muy precaria. Debido a la aridez y erosión del terreno.

Es un país, como se ha dicho, donde la música impera como principal patrimonio cultural. Aunque cada etnia tiene su propio estilo, está muy asentado el uso de tambores –como el tama- acompañados de voces, para seguir  un ritmo cruzado.

Un instrumento muy popular, que suele ir acompañando a la percusión es balafon. Un xilófono cuyas cajas de resonancia están construidas con calabazas, que están cubiertas con una membrana de huevo de araña.

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