La profesora sevillana muerta en Pau (Francia) el martes pasado junto a otros cuatro miembros de su círculo familiar, en lo que la prensa francesa ha presentado como un caso de violencia machista, no había denunciado con anterioridad a su pareja, que es uno de los fallecidos.
La fiscal de Pau, Cécile Gensac, precisó que Manuela Morales (36 años), profesora en esta ciudad del suroeste de Francia y originaria de la localidad sevillana de Pilas, no había presentado denuncias por malos tratos contra Badr Hraichete.
Este marroquí de 32 años, que no tenía antecedentes, fue encontrado con cortes en las venas, pero la causa de su muerte fue la inhalación de sustancias tóxicas por el incendio que se produjo en la madrugada del martes en su apartamento en el número 10 de la calle Richelieu.
Gensac explicó que las autopsias realizadas han permitido determinar que cuatro de los cinco murieron por intoxicación, a causa de ese incendio: Hraichete, el hijo de la pareja (Joseph, de dos años), el padre de la profesora, José Morales (66 años) y la compañera de éste, Dolores Reina (66 años).
Los cuerpos de José Morales y Dolores Reina presentaban trazas de cortes en las muñecas.
En cuanto a la profesora española -que como su hijo no tenían signos aparentes de haber recibido golpes-, «no hay diagnóstico definitivo», añadió la fiscal, que dijo que tendrán que ser los forenses los que confirmen si murió ahogada, ya que su cuerpo se encontró maniatado en una bañera llena de agua.
La prensa francesa ha revelado que Manuela Morales tenía cita con un abogado para iniciar los trámites de su divorcio el mismo día del suceso y que por eso había pedido a su padre que viniera desde Andalucía.