El tren descarrilado sobre la vía en Arahal

La jueza que investiga el accidente de tren ocurrido el pasado 29 de noviembre en Arahal, en el que 35 personas resultaron heridas, preguntará a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) si informó de la alerta por lluvias a ADIF, que niega en un informe haber recibido aviso alguno de este tipo.

La titular del juzgado de instrucción 2 de Marchena librará oficio a Aemet para que informe si trasladó, según el protocolo, la alerta meteorológica por lluvias al operador ferroviario que para ese día tenía nivel naranja.

Lo hará a petición de la acusación particular del herido más grave en el descarrilamiento, Luis Rojas, que padece lesiones en la columna vertebral, el brazo y el hombro derechos (con pérdida de movilidad) y la pierna y la cadera derechas, y que aún está de baja y en rehabilitación por las heridas sufridas en el accidente.

Su abogado solicitó a la juez un informe de Aemet para aclarar si emitió el avisó de alerta meteorológica a ADIF, después de que en su informe, el operador ferroviario asegure que no recibió ningún aviso de este tipo.

Este lunes declaró como testigo en el juzgado el maquinista del tren, quien aseguró que siguió en todo momento las instrucciones que ADIF por la lluvia caída en aquella jornada, reduciendo incluso la velocidad del convoy con respecto a lo aconsejado. Explicó que el día del accidente, ante la situación de fuertes lluvias de la madrugada, recibió instrucciones de la velocidad a la que tenía que pasar por un tramo concreto de la vía inundado entre Arahal y el lugar del accidente, en el que frenó para pasarlo sin peligro, pero no tenía más información concreta sobre el resto del recorrido hasta Sevilla capital.

Relató que aunque podía llegar a una velocidad de 145 kilómetros por hora, decidió ir a unos 30 kilómetros, aunque no pudo evitar el descarrilamiento a unos tres kilómetros del tramo inundado que había pasado antes.

También explicó, según fuentes del caso, que desconocía que los pasajeros iban a ser trasbordados en Arahal en autobús -algo que finalmente no se hizo al reabrirse la vía pese a las lluvias-, y se lo comentó un supervisor que viajaba a bordo ya que él no tenía información oficial al respecto.

El sumario del caso señala que el terreno cedió por la gran cantidad de agua acumulada en la zona, y que al maquinista le fueron realizadas las pruebas de detección de alcohol y drogas, que resultaron negativas.

La juez espera aún el informe de la caja negra del tren como prueba clave para determinar si continúa adelante con la investigación para esclarecer posibles responsabilidades penales o archiva la causa por esta vía instando a los afectados a acudir a la vía contencioso-administrativa para reclamar una indemnización civil.

Junto al maquinista también iba un auxiliar que las partes podrían pedir que sea citado igualmente como testigo si bien también están a la espera del informe de la caja negra para decidirlo.