Alertados por el mal olor y color del agua que sale por sus grifos, un grupo de vecinos se acercó este fin de semana a la presa que abastece a Castilblanco de los Arroyos, donde descubrieron una vaca muerta en la cola del pantano, ahora sin agua. El equipo de Gobierno garantiza que el agua es potable y cumple con todas las normativas. ACCEDA A LA GALERÍA

Juan C. Romero. Mayúscula fue la sorpresa que se llevaron este fin de semana varios vecinos de Castilblanco que ante el mal olor y color que el agua corriente presenta en las últimas semanas decidieron personarse en la presa para conocer in situ las reservas con las que cuenta el municipio. Una vaca en descomposición y diferentes restos óseos, en la cola, a escasos metros del agua empantanada, hizo saltar las alarmas. Situación ésta que bastó para que muchos asociaran la imagen del pantano con el estado del agua que sale por sus grifos.

El Pantano de ‘Los Molinos’, construído en 1985 sobre el Ribera de Cala con una capacidad  en su momento de 800.000 metros cúbicos de agua,  no es la primera vez que presenta imágenes de esta guisa. Ya hace un par de meses llegaron fotografías con centenares de peces muertos que los operarios municipales retiraron de las orillas durante varias jornadas.

Mientras tanto, la falta del líquido elemento en esta población de la Sierra Norte de Sevilla no es un problema nuevo, ha sido una constante que este verano ha afectado a diferentes zonas del núcleo urbano, así como a la urbanización Sierra Norte, con restricciones durante varias horas al día, según informó la asociación de vecinos ‘Las Majadillas’. 


Un grupo de escolares realizaba el sábado actividades de recreo en parte de la balsa


Tanto es así, que los niveles de agua acumulada están bajo mínimos, lo que  también dificulta el tratamiento del agua. En parte de la balsa que en circunstancias normales está inundada, un grupo de escolares realizaba el sábado actividades de recreo. La falta de agua ha sacado a la luz los restos de las antigüas cercas de piedra que delimitaban la zona, y del molino que le da nombre. 

En cualquier caso, el primer teniente de alcalde, Fernando Moreno, negó este fin de semana a El Correo de Andalucía cualquier tipo de problema con el agua en el municipio, que «cumple todas las garantías porque está sometida a constantes controles y es plenamente potable». Si bien, reconoce que el agua «no es la mejor»,  más tras un largo periodo de sequía «como el que actualmente vivimos, donde hace meses que no cae una gota».

Sobre el estado del pantano, Moreno aseguró que el animal podía provenir de cualquier finca del alrededor y que las autoridades sanitarias se encargarían de su retirada en cuanto le fuera notificada la situación, si bien razona que una vaca muerta cerca del pantano no iba ser la que provocara el supuesto mal olor en los grifos del que hablan algunos vecinos y que él niega.

Finalmente, afirmó que en 28 años de gobierno de NIVA en el pueblo, «no se ha hecho nada por limpiar y mantener el pantano, pese a nuestras constantes peticiones cuando estábamos en la oposición».

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