En plena Sierra Norte de Sevilla, los acusados, Kiss Günter H.L., Wulff Bärbel M. C. y Martin A., todos ellos responsables de la finca Valdelagua en el término municipal de Castilblanco de los Arroyos, se dedicaban a la captura «masivas y no selectiva» de animales protegidos, según la causa incoada por el Juzgado de instrucción número 7 de Sevilla, tras la intervención de la Guardia Civil en 2008.

 Sevilla Actualidad/ Agencias. La Federación Provincial de Ecologistas en Acción reclama para dos ciudadanos una pena de un año y tres meses de cárcel y tres años de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a la caza por prácticas ilegales de captura de animales tipificadas en los artículos 335.1 y 336 del Código Penal, solicitando para un tercero una multa de 12 euros diarios a lo largo de un año y cuatro años de inhabilitación en el mismo derecho por los mismos motivos, según el escrito de calificaciones elevado por la organización al Juzgado de Instrucción número 7 de Sevilla.

El escrito de calificaciones, recogido por Europa Press, alude a la causa incoada contra Kiss Günter H.L., Wulff Bärbel M. C. y Martin A. En concreto, los dos primeros ciudadanos «rigen» la finca  Valdelagua, en Castilblanco de los Arroyos, mientras el tercero actuaba «a las órdenes» de los primeros. En tal finca, según el escrito de calificaciones de la federación provincial de Ecologistas en Acción, una inspección de la Guardia Civil descubrió el pasado 23 de enero de 2008 instrumentos de «artes de caza prohibidas por no discriminar las especies».

Trampa mortal para las especies protegidas

En los mismos terrenos, los días 3 y 4 de febrero de 2008, los agentes detectaron una jaula trampa y al día siguiente descubrieron «una jaula que contenía dos cebos y, en su interior, dos rabilargos (cyanopica cyanus), especia cuya caza está expresamente prohibida», tras lo cual, según el relato de los hechos, Martin A. «dio muerte» al único ejemplar que seguía con vida en la jaula «golpeando con una piedra su cabeza».

El mismo día 5 de febrero de 2008, según el escrito de acusación, en las naves de esta finca fueron intervenidos instrumentos diversos susceptibles de la captura «masivas y no selectiva» de animales protegidas. En concreto, la Guardia Civil descubrió entonces 18 jaulas para predadores mamíferos, cuatro jaulas trampa para rapaces, ocho tubos negros para caza de pequeños animales, cuatro jaulas circulares de alambre para captura de aves pequeñas, once cepos para caza de mamíferos, cinco cajones de madera para la captura de aves, dos pantallas negras para captura de aves, dos incubadoras y ocho cimbeles.

Por ello, Ecologistas en Acción reclama para Martin A. un total de 12 meses de multa con una cuota día de 12 euros e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar por cuatro años. Para Kiss Günter H.L. y Wulff Bärbel M.C., quienes «regían» la finca, solicita para cada uno de ellos un año y tres meses de cárcel y una inhabilitación especial en el ejercicio del derecho a cazar por tres años, así como la imposición de las costas procesales.

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