Son ya tres los terremotos que se han producido en Morón desde el 27 de septiembre y por lo que pueda pasar, el Ayuntamiento ha decidido mantener a la población y los servicios de seguridad informados sobre temas sísmicos y cómo actuar ante uno de ellos. El director regional del IGN, Antonio Jesús Martín, fue el encargado de impartir esta temblorosa charla que disipó las dudas de muchos y tranquilizó los miedos de otros tantos.
Beatriz González. PROVINCIA. La naturaleza es sabia y a veces caprichosa. Eso deben pensar los moronenses al ver que Poseidón ha elegido este municipio como el epicentro de su inhabitual furia sísmica.
El pasado 2 de octubre Morón fue testigo del terremoto de mayor magnitud registrado en territorio andaluz desde febrero de 2002. Tanto es así, que el seísmo, de 4,7 grados en la escala de Rircher, se dejó sentir en Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Málaga y Jaén.
Y no es que sea la primera vez que los habitantes de Morón sienten temblar sus tabiques. Desde el año 2000, el municipio ha registrado siete incidencias de este tipo, aunque en muchas ocasiones de menor importancia. Sin ir más lejos, desde septiembre de este año han habido tres, el último el pasado día 9 con 3,3 grados.
El 2007 también fue movidito para Morón ya empezaron el año con tres terremotos, dos de ellos el segundo día del año y el tercero el día 4. En este caso no sé si sabia, pero al menos considerada sí fue la naturaleza porque, de haberse producido esta cadena de temblores en Nochevieja, habrían rodado, mas que cabezas, miles de uvas por el suelo.
La explicación a todos estos fenómenos sino paranormales, inquietantes o incómodos, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN) no es otra que Andalucía es una zona propensa a sufrir movimientos sísmicos de magnitudes considerables. De hecho, es la comunidad con mayor actividad sísmica de toda la península, siendo Sevilla una zona de riesgo medio.
Es por esto que el Ayuntamiento de Morón celebró el pasado 17 de octubre una charla impartida por el director regional del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Antonio Jesús Martín Martín, en la Casa de Cultura del municipio.
La jornada, destinada especialmente a los servicios de emergencias, bomberos, policía local y personal del Ayuntamiento, tenía como objetivo informar sobre los últimos movimientos sísmicos producidos en la ciudad, así como, tranquilizar a la población.
Es importante que la población esté informada de estos fenómenos ya que no es muy frecuente que se sientan de manera significativa y pueden provocar cierto nerviosismo. Si se trata de un terremoto lejano, lo mejor es no alarmarse para no provocar riesgos innecesarios como los que se presenta si se sale precipitamente de un lugar. Se debe conservar la tranquilidad.
Si el terremoto es más fuerte, como el registrado con epicentro en Morón, lo mejor es quedarse dentro del edificio salvo que vean peligro en su estructura, aproximarse a los muros de carga o pilares o ponerse debajo de los muebles para protegerse de la caída de objetos. Y sobre todo, no coger el ascensor, porque si se va la luz, se corre el riesgo de quedarse atrapado.
En general la mayoría de los seísmos ni siquiera los sentimos. En Sevilla en concreto ha habido pocos terremotos fuertes que estén recogidos en la historia, como el terremoto de Carmona de 1504 o el conocido como terremoto de Lisboa de 1755 que asoló las costas de Portugal, Huelva y Cádiz en forma de maremoto, similar al tsunami ocurrido en 2005 en el océano Índico, ambos de 9 grados. Este último se cobró la vida de miles de personas y localidades como Ayamonte, Conil o Huelva quedaron devastadas. En Sevilla cayeron el 85% de los edificios afectando incluso a la Giralda.
El problema es que a mucha gente se le olvida porque no son frecuentes. No hay que alarmarse sin necesidad pero el saber no ocupa lugar, y siempre en bueno conocer lo que se mueve bajo nuestros pies.