Juan C. Romero. La Hermandad de la Virgen de Escardiel, la única advocación castilblanqueña que desde 1997 ostenta también la Medalla de Oro de Castilblanco, tendrá el honor de portar a San Benito. Esta tarde el itinerario contempla, como ya lo hiciera en la anterior Venida en el año 1991, su visita al Cementerio. Por ello la imagen prescindirá del templete de plata en el que ha procesionado desde el pasado viernes para, con unas andas más simples, entrar de nuevo al interior del campo santo.
Será la última procesión después de la celebración de la misa, a partir de las ocho de la tarde. Antes, fueron las hermandades de la Vera Cruz, de Padre Jesús y de la Soledad de Castilblanco las encargadas de llevar al patrón al corazón de sus devotos. Es una gran romería urbana, víspera excepcional a la que en el mes de agosto acoge a miles de romeros. Los cantes improvisados de los castilblanqueños y de los sambeniteros de la provincia de Sevilla son una constante al paso del Santo por cada calle.
Se entremezclan con los coros que estos días echan el resto. Así lo pusieron de manifiesto el miércoles el de la Hermandad Filial de Cantillana, y el jueves el del Rosario de Burguillos, que acompañaron con sus voces el discurrir de la comitiva.
Lo paran, lo mecen, le da solemnidad a cada instante, y es colocado de frente allá donde hay un enfermo o una persona mayor esperando con las puertas de su hogar abiertas de par en par. En algunas fachadas se erigieron altares efímeros para recibirlo. En estos altares aparecían advocaciones populares de la provincia que tienen acomodo en los sentimientos de los castilblanqueños. Así se pudieron ver pequeñas imágenes o cuadros con la Virgen del Águila, patrona de Alcalá de Guadaíra, con la Virgen de Aguas Santas, patrona de Villaverde del Río, o con la Virgen de las Angustias de Alcalá del Río, entre otras.
Mañana sábado a las diez de la mañana San Benito será trasladado por primera vez en su historia a uno de los lugares donde es más esperado: la Residencia Geriátrica Vicente Ferrer. Y a partir de las doce del mediodía, como despedida, la imagen permanecerá expuesta a la veneración de sus fieles durante toda la jornada en devoto besamano en la Parroquia del Divino Salvador.
El domingo, a las siete de la mañana, San Benito regresa a su ermita, donde se espera llegue a mediodía, cerrando los actos de la Venida 2010. Villanueva del Río, La Algaba, Brenes, Tocina-Los Rosales, Cantillana y Burguillos rindieron homenaje al Santo en Castilblanco con la organización de los cultos en su honor. No ha habido descanso desde la noche del viernes, cuando la imagen de San Benito fue descubierta en el Pilar Nuevo. Con hoy serán ocho días de intensas procesiones, a la espera de realizar la más complicada, la que devolverá a la ermita serrana su razón de ser.
Atrás habrán quedado entonces diecinueve años de espera, doce kilómetros de camino portándole desde su santuario enclavado en las primeras estribaciones de la Sierra Morena, y muchas generaciones que por su juventud no habían tenido oportunidad de verle en su pueblo.