El Guardia Civil que estaba libre de servicio, actuó para denunciar a los menores, al estar consumiendo estupefacientes, en la cantina de un centro deportivo.
Los hechos se inician cuando un guardia civil que se encontraba libre de servicio, acompañado de su hijo, entra en la cantina de un centro deportivo, muy frecuentado por jóvenes y menores de la localidad. Nada más entrar el agente observa como dos menores se encuentran fumando hachís, por lo que se dirige a ellos para denunciarlos por consumir estupefacientes.
El agente lo primero que hace es identificarse como Guardia Civil y solicita que se identifiquen, lo que hacen. Posteriormente procede al registro de los menores encontrando a uno de ellos 13 barras de resina de hachís, preparadas para su venta.
El menor manifiesta, de forma espontánea, que dado que su madre no le daba dinero, él tenía que ganarse la vida como podía, por lo que la droga era para su venta en dicho lugar. El Guardia Civil, ante esta manifestación, cita a los menores a que acudan a dependencias policiales, junto a sus padres, para realizar las oportunas diligencias.
Ya en dependencias policiales, se pesa el hachís que arroja un peso de 36 gramos. La Guardia Civil ha imputado al menor, un delito contra la salud pública y entregado las diligencias a la Fiscalía de Menores de Sevilla. El menor fue puesto en libertad, quedando bajo la custodia de su madre.